¿Cuál es la tranca en la negociación entre Maduro y Guaidó? < El Informador Venezuela
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¿Cuál es la tranca en la negociación entre Maduro y Guaidó?

¿Cuál es la tranca en la negociación entre Maduro y Guaidó?

¿Cuál es la tranca en la negociación entre Maduro y Guaidó?

Dicen que no hay nada imposible en política. O que la política es el arte de lo posible. Esto está por confirmarse o negarse en Barbados, donde Juan Guaidó y Nicolás Maduro negocian un acuerdo para conjurar la crisis de Venezuela. El arte de la política tendrá que despejar el escenario sobre si hay elecciones presidenciales en 2020, y sin Maduro en el poder.

Elecciones sin Nicolás Maduro en el poder. La frase la escucha Diosdado Cabello y responde: “Esto es claudicar, y el chavismo no claudica, el chavismo ni siquiera negocia”, ha dicho Cabello, que es el número 2 en el régimen de Maduro, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ANC, que la comunidad internacional no reconoce como legítima.

El disidente del chavismo, y expresidente de Petróleos de Venezuela, PDVSA, Rafael Ramírez, escribe que “Maduro negocia con el agua al cuello, busca una salida personal, para él y los suyos. Sabe que terminará muy mal, no puede ser de otra manera, y utiliza al chavismo y a la Fuerza Armada Bolivariana para lograr una salida, mantener en el país algún tipo de presencia política, algo que le permita sobrevivir”.

Para Juan Guaidó y su equipo, el arreglo no sería otro que elecciones sin Maduro en el poder. Pero el chavismo que está en el poder no consideraría otra fórmula que elecciones con Maduro en el poder.

«Dialogo» en Barbados

Lo de ir a elecciones presidenciales es un tema que está sobre la mesa de Barbados, y pasa, se discute, y se acepta. O se aceptaba, porque la vocería del chavismo, Cabello, Maduro, el gobernador de Miranda y miembro del equipo negociador, Héctor Rodríguez, ha descartado tal posibilidad, hablando más bien de elecciones parlamentarias, diciendo que eso es lo constitucional, y que eso es lo que procede en el cronograma electoral.

Lo más seguro es que enfaticen en esta posición como una forma de avisar la línea con la que llegan otra vez a Barbados los negociadores de Maduro: Puede haber elecciones presidenciales pero sólo con Maduro en el poder.

Aquí está la traba. De las declaraciones chavistas de estos últimos días, se infiere que el punto elecciones presidenciales con Maduro en el poder no tiene discusión. Para los de Guaidó, la fórmula de elecciones con Maduro fuera del poder, tampoco tiene discusión.

Maduro consulta con el ministro Jorge Rodríguez, con la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, con el gobernador Héctor Rodríguez, con el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, con Diosdado Cabello, y seguro que con el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, y con su esposa, Cilia Flores.

Asimismo, Guaidó consulta al que llaman el G-4 de los partidos, a Henry Ramos Allup, Acción Democrática, a Julio Borges, Primero Justicia, a Manuel Rosales, Un Nuevo Tiempo, y a Leopoldo López, Voluntad Popular. Por algunas vías, Guaidó sigue consultando a Roberto Marrero, su jefe de gabinete, detenido por el Sebin.

Presión Internacional

Guaidó y Maduro son los que tienen la máxima presión encima. Para Guaidó, ceder, es borrar la línea de cambio político de los tres pasos que comienza con el cese de la usurpación. Para Maduro, es qué obtener a cambio, y cómo defender a los suyos, tal cual lo dice Rafael Ramírez, pero también significa la entrega del poder, un antecedente que marcaría la historia del chavismo, y marcaría el destino de Cuba y Nicaragua.

El chavismo una vez cedió el poder, el 11 de abril de 2002. Cuando Hugo Chávez estuvo dispuesto a viajar a Cuba. Pero Chávez tenía una pistola en la sien: la Fuerza Armada y el pueblo en la calle estaban en contra suya. Chávez negoció y los demás comenzaron a huir, entre otros Nicolás Maduro, que se sintió traicionado por Chávez. Después la historia cambió y Chávez volvió al poder. Ese antecedente es otra lección para Maduro, que más que ablandarlo puede reafirmarlo en su posición. ¿Hará lo mismo que Chávez? ¿Cuál será el balance de la historia si ello pasa?

Para Estados Unidos no hay punto medio. Las elecciones deben celebrarse sin Maduro en el poder. Si acepta otra solución, la estrategia del no reconocimiento a Maduro se derrumba. Es la misma posición de Europa. Y la del Grupo de Lima. ¿Cómo desconocer a Maduro para luego reconocerlo otra vez?

Por otro lado, esta semana llega a Caracas el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov. Va a reunirse con Maduro. Llega en el momento crucial de la negociación. Rusos y cubanos pueden inclinar la balanza. Hay rumores, y esto son sólo rumores que provienen desde Washington: que Rusia se inclina por la solución intermedia. Que Maduro se vaya y que Guaidó también. Luego, viene otro punto difícil a solucionar. ¿Y quién se queda en la Presidencia?

ALnavio.

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