La plumarquista mundial de salto triple venezolana Yulimar Rojas desde el martes está en Venezuela y este miércoles compartió con periodistas locales e internacionales en el Auditorio del Comité Olímpico Venezolano de Caracas.
La campeona olímpica y monarca de la Liga Diamante exhibió sus conquistas, medallas, algunos trofeos, pero también dejó clara su convicción de saber de dónde vienen.
“Qué alegría verlos de nuevo en mi casa, el Comité Olímpico, que ha sido una parte tan importante de mis logros”, celebró al momento de ser recibida por la Junta Directiva del COV con un ramo de rosas con el tricolor nacional.
El segundo vicepresidente del COV, Gerardo Trotta; el presidente del Consejo de Honor, Efraín Velásquez; el Jefe de Misión en Tokio 2020, Arturo Castillo y el director Ángel Delgado recibieron a la reina en representación de presidente, Eduardo Álvarez y la secretaria genera,l Élida Párraga, quienes cumplen compromisos en Estados Unidos como representantes del deporte olímpico venezolano ante Panam Sports.
ANÉCDOTAS
Anécdotas de la Villa Olímpica, su relación con el baile, su evolución como deportista. Yulimar compartió con los medios primero en una rueda de prensa en el Auditorio, y luego en un cara a cara celebrado en la sede del Museo Olímpico.
“Ahora soy una atleta más fuerte, más completa”, comentó acerca de su extraordinario cierre de temporada, que incluyó un récord de la Liga Diamante (15,52 m) y la primera corona de su carrera en este circuito. “Después de Tokio yo me quería venir a Venezuela y formar una bulla, pero tenía otra misión: mi temporada no estaba completa. Antes me desconectaba más fácil, pero ahora estoy más madura, más fuerte psicológicamente y más enfocada en cumplir mis logros”.
2017-2019
“En 2017 y 2019 estuve a punto de ganar el diamante (el trofeo que se entrega al campeón de la Liga), pero mi mente se desviaba. Ahora estoy más fuerte, más completa y esa ha sido la clave de mi avance”.
Entre risas, Yulimar relató su acercamiento al tenista Novak Djokovic en el comedor de la Villa Olímpica para fotografiarse con él (“Me dijo que es un gran amante del atletismo y que sigue mi carrera, y yo ‘agárrame, tierra, que me desmayo’”), su pasión por el baile (“me hace sentir viva, plena, pongo música hasta en la ducha”) y el “baño de multitudes”, que se dio el martes a su regreso a Venezuela (“para pasarme de la tarima al carro me tuvieron que cargar como los artistas de rock”).
MATI Y MOI
Pero el momento más emotivo de la jornada fue la sorpresa que le dieron Mati y Moi, los niños que popularizaron su canción “Ya se regó la noticia por el mundo”, sobre el éxito de los venezolanos en Tokio 2020. Los pequeños hermanos subieron al escenario para hacerla bailar y saltar de alegría, y le dejaron el testimonio de su afecto. “No nos cabe en el pecho el orgullo por ti”, declaró Mati y Moi remató: “Desde que llegaste a Tokio sabía que ibas a ganar porque eres una crack”.
Yulimar también compartió una vocación que se ha convertido en su sello personal: “Siempre quiero ser la alegría de los que se identifican conmigo”. Mucha de esa alegría está todavía por estallar, con un año por venir en el que habrá dos mundiales de atletismo, Belgrado (bajo techo) y Oregon (al aire libre), y una lucha permanente por seguir asombrando.
ENTRE CAMPEONES
Yulimar compartió con sus compañeros de la Delegación Olímpica Venezolana en la sede del COV. ¿Cuánto pesa un diamante? Si se trata del trofeo que coronó a los campeones de la Diamond League, mucho. Ese fue el primer descubrimiento de las compañeras de Yulimar Rojas en la Delegación Olímpica cuando la reina llegó a casa con su galardón.
“Tómale el peso”, se decían entre sí la judocas Anriquelis Barrios (diploma olímpico en Tokio 2020) y Elvismar Rodríguez (medallista en los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014), mientras el diamante pasaba de mano en la sede del Comité Olímpico Venezolano.
“Mami, pero ya esta medalla llevó sus golpes”, terciaba Stefany Hernández, bronce en el BMX de Río 2016, la primera en colgarse el oro del salto triple que Yulimar atesora primorosamente en un estuche circular de terciopelo negro. Ese fue el segundo descubrimiento.
LO QUE RODÓ
“Nada más ayer todo lo que rodó”, le respondió Yulimar, en referencia a la odisea de su regreso a casa, que incluyó una caravana desde Maiquetía hasta Plaza Venezuela.
La complicidad de lo vivido en las villas de los juegos del ciclo olímpico no se hizo esperar, incluidas las frases inconclusas para que los jefes de misión de eventos pasados no se enteraran de las travesuras compartidas. Arturo Castillo (el de Tokio 2020) y Gerardo Trotta (el de los CAC de Barranquilla 2018) solo reían y fingían que no se habían enterado.
SABÍA DE LOS ESCAPES
“Yo sí sabía de los escapes a media noche a los aros”, rió Castillo luego durante la rueda de prensa, aludiendo a las fugas para conversar junto a la estatua de los aros en la Villa de Tokio 2020. “Pero debo decir que de las 206 delegaciones, ustedes fueron los de mejor comportamiento. Supieron demostrar su gallardía todos: los que ganaron, los que estuvieron a punto, y tú, Yulimar, que rompiste récord mundial”.
Entre risas, las campeonas evocaban a medias recuerdos de las escapadas en Lima 2019, y Yulimar se confesaba en plena rueda de prensa sobre las bebidas para acompañar las veladas de media noche en Tokio, “pero nada que afectara la concentración”.
El encuentro también incluyó a un integrante de la selección nacional de taekwondo, Yohandry Granados, a una exgimnasta, ahora Miss Internacional y embajadora de la delegación, Isbel Cristina Parra, y al joven exfutbolista Juan Pablo Dos Santos, deportista amputado, modelo y motivador, un influencer que ha convertido su tragedia personal en una fuente de superación y resiliencia.
“Ay, con él sí quiero una foto”, celebraba Yulimar mientras lo abrazaba con admiración al conocerlo.
Antonio José Seijas vía Comité Olímpico Venezolano
Foto: Yulimar Rojas con los niños Mati y Moi, los que popularizaron una canción para ella