Juan Carlos Rodríguez, integrante del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos e ingeniero electro-mecánico, calcula que casi el 80% del «parque termoeléctrico venezolano está fuera de servicio».
Eso obliga a traer grandes paquetes de energía a través del sistema de transmisión desde los sistemas de producción de Guayana hacia los centros de consumo.
«Solo está en funcionamiento la tercera parte» de la capacidad instalada para el funcionamiento energético de la nación, insistió el ingeniero.
En el país 52% de la generación eléctrica es termoeléctrica y un 47% es hidroeléctrico.
En Venezuela hay 36.000 megavatios instalados de generación, de éstos aproximadamente 12.000 están disponibles.
«Hay una población que está demandando energía en horas pico que el sistema no es capaz de aportar», agregó el especialista.
Durante una entrevista concedida al Circuito Onda La Superestación expresó que cada vez que hay un problema en grandes zonas del país, «es normalmente una falla en el sistema de transmisión», reseña Banca y Negocios.
Participación del sector privado como solución a la crisis
El economista y socio de Datanálisis, Luis Vicente León dijo través de su cuenta X, que una solución alternativa viable a la crisis eléctrica sostenida que padece Venezuela puede ser permitir la participación de la empresa privada en la generación y distribución de electricidad en el país, en condiciones claras que aseguren nuevas inversiones en el sector.
Considera que es indispensable buscar soluciones a la situación crítica en la que está la infraestructura eléctrica del país.Y la solución no puede depender exclusivamente de negociaciones con el gobierno de Estados Unidos para permitir la presencia de proveedores tradicionales de equipos como Siemens o General Electric, los cuales están imposibilitados de actuar en Venezuela por las sanciones.
Aunque puede resultar obvio, el economista expone tres razones básicas por las cuales es imprescindible, a su juicio, instaurar un régimen que permita la participación de empresas privadas en la gestión de la infraestructura eléctrica:
«Primero, porque no cabe la menor duda sobre las diferencias de eficiencia entre el manejo público y el privado».
«Segundo, porque el sector privado no está sujeto a las sanciones internacionales y podría operar con mucha más flexibilidad a nivel local e internacional».
«Y tercero porque el Estado venezolano no tiene, ni tendrá, los recursos suficientes para abordar las inversiones requeridas para levantar un sistema que está claramente en el piso», asegura León.
El tema eléctrico volvió a convertirse en un debate urgente este jueves 14 de septiembre, luego de que una falla provocara inestabilidad y apagones en 20 estados del país y ocasionara la suspensión de servicios básicos, como el Metro de Caracas.
Otra vez se hizo presente la posibilidad de que se produzca otro gran «apagón», como el que el país padeció en 2019.
«Por supuesto que el sector privado requerirá condiciones muy claras para realizar esas inversiones. Pero, a la luz de la mejora en las relaciones recientes entre el sector privado y el público, podrían estar dadas las condiciones para avanzar en un proceso de este tipo», acotó León.
Y añade: «ojalá con inversionistas de occidente, pero no será limitativo, pues existen potenciales interesados en muchas partes del mundo, que sólo necesitan condiciones de seguridad que podrían obtenerse en convenios internacionales como los establecidos ya en algunas licencias petroleras».
El estatismo eléctrico «se cae por su propio peso»
«La visión que parte de la idea de que el Estado tiene que controlar la electricidad porque es un sector estratégico se cae por su propio peso cuando está a la “luz” de todos que la generación y distribución eléctrica del país está fuera de control. Lo estratégico no es que el gobierno controle la electricidad», indica el economista.
«Lo estratégico es que la población tenga electricidad y es obvio que no la está teniendo y se necesita un cambio estructural para resolverlo. No es un tema ideológico. Es un tema racional», concluye Luis Vicente León.
Fuente: Banca y Negocios