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El secretario de Estado español para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia, defendió este lunes que los conflictos en Venezuela se resolverán “a través del diálogo” y no por la “imposición”.
Una posición que la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) considera “inaudito” al considerar que Venezuela está bajo “un régimen asesino e ilegítimo”.
En el seminario “Diálogos con América Latina”, celebrado en Madrid, el funcionario dejó claro que Madrid no va a cambiar sus posiciones ya tomadas, sino que pretende “introducir un elemento de vinculación constructiva” a las negociaciones.
Veppex no concibe opciones constructivas por cuanto acusa al actual gobierno venezolano de “masacrar a funcionarios que no siguen sus políticas”, de “asesinar a perseguidos políticos”, “desterrar a activistas y jóvenes después de haberlos mantenido secuestrados” y de acusar y encerrar “falsamente a los militares que se le oponen y que mata premeditadamente de hambre y miseria a todo un pueblo”.
Pero de Laiglesia deja claro que Venezuela tiene un interés “sobradamente justificado” para España, basado en los más de 160 mil ciudadanos residentes allí, además de setenta empresas que “siguen con vocación de quedarse en un entorno que no es fácil”.
No obstante, tampoco es que la posición del gobierno español será tan flexible. El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró este lunes en Luxemburgo que ni España ni ningún país de la UE ha “hablado de modificar sanciones en Venezuela”, y que la posición española opta por “facilitar el diálogo” para lograr “una solución” en el país, pero sin eliminar las sanciones actuales.
Pero Veppex no acepta argumentos y dice que la propuesta española es “solo para complacer los deseos” de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno de España, al que califica de “bufón”, “elemento servil a la tiranía de Maduro” y “enemigo del pueblo de Venezuela”.