Israel anunció este domingo que restablece parcialmente el suministro de agua a la Franja de Gaza, tras haber cerrado las tuberías el lunes pasado, según confirmaron fuentes oficiales a EFE, aunque no está claro que el alcance de la medida que pueda aliviar la grave crisis humanitaria causada por la escasez de agua y combustible en el enclave palestino.
«La decisión de renovar el suministro de agua en un punto concreto para los residentes del sur de la Franja de Gaza, fue acordada entre el primer ministro, Bemjamín Netanyahu, y el presidente (estadounidense, Joe) Biden», indicó a EFE un portavoz del ministro de Infraestructuras y Agua israelí, Israel Katz.
«Es algo acorde a nuestras políticas y posibilita apretar el inédito asedio general de Gaza, sin electricidad, sin agua y sin combustible, hasta que quede eliminado Hamás», la organización islamista que domina el enclave y que lanzó el sábado pasado un ataque sorpresa contra Israel, indicó el portavoz.
«Esperamos que sea verdad», señaló un habitante de Gaza, actualmente refugiado en Rafah, en el extremo sur de la Franja, indicando que aún no había un cambio inmediato de la situación de escasez.
Un portavoz de Hamás confirmó a EFE la noticia del restablecimiento del servicio «en algunos hogares muy contados», pero subrayó que los cientos de millas de desplazados que habían huido del norte para buscar refugio en Jan Yunis, en el sur de la Franja, no tienen acceso a él.
Ante la escasez de energía eléctrica y de combustible, las plantas han dejado de funcionar y el reparto se ha paralizado.
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