En Bielorrusia los domingos son de protestas. Desde el 9 de agosto pasado, tras conocerse la reelección del presidente Alexandr Lukashenko, ciudadanos que le adversan y cuestionan las elecciones, salen a las calles para exigir su dimisión.
Este 15-N no fue la excepción. Según organizaciones no gubernamentales de oposición, al menos 140 personas fueron detenidas durante la jornada de protestas que se extendieron desde Minks hasta otras ciudades de la ex república soviética.
Reportes de prensa local e internacional aseguran que hay también heridos, luego de que las fuerzas de seguridad emplearan granadas aturdidoras, cañones de agua y gas lacrimógeno, para dispersar la manifestación, en la capital.
Medios locales difundieron videos en los que se ve a hombres con pasamontañas echando agua a un grupo de personas en una avenida, informó AFP..
La manifestación de este domingo se produce después de la movilización que, en Minsk, el viernes 13-N homenajeó a un opositor fallecido tras ser detenido por la policía.
Roman Bondarenko, de 31 años, fue arrestado tras un altercado entre habitantes e individuos que retiraban lazos rojos y blancos (los colores de la oposición) que estaban colgados en el patio de un edificio de la capital.
El hombre, que presentaba lesiones cerebrales, falleció al día siguiente en un hospital. Mientras la oposición culpa a Lukashenko, éste ordenó una investigación.
FOTO: Reuters, vía laopiniondemurcia.es
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