(AP) — La Unión Europea no llegó el jueves a un acuerdo en torno a un paquete de ayuda financiera por 50.000 millones de euros (54.000 millones de dólares que Ucrania necesita con urgencia para mantenerse a flote. La decisión se produjo incluso después de que el bloque optó por abrir las negociaciones de adhesión con Kiev.
El paquete de ayuda fue vetado por el primer ministro húngaro Viktor Orban, quien asestó otro duro golpe al mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy después de que esta semana fracasó en su intento por persuadir a los legisladores estadounidenses para que aprobara 61.000 millones de dólares adicionales para Ucrania, principalmente para comprar armas de Estados Unidos.
El inicio de las pláticas de adhesión fue un momento trascendental y un sorprendente cambio para un país en guerra que ha tenido problemas para encontrar apoyo en sus aspiraciones de sumarse al bloque, enfrentando desde hace tiempo una firme oposición de Orban.
El gobernante húngaro decidió no vetar las negociaciones de adhesión, pero sí bloqueó el paquete de ayuda.
“Puedo informarles que 26 gobernantes accedieron a la (negociación de presupuesto)”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “Debo ser muy preciso. Un gobierno, Suecia, debe consultar con su parlamento, en conformidad con el procedimiento usual de su país, y un gobierno no pudo llegar a un acuerdo”.
Las decisiones requerían de unanimidad de los integrantes de la UE.
De cualquier forma, Michel, quien presidía la cumbre en Bruselas, se refirió al inicio de las pláticas de adhesión como “una clara señal de esperanza para su pueblo y nuestro continente”.
Aunque el proceso entre el inicio de las negociaciones y la adhesión de Ucrania al bloque podría tomar varios años, Zelenskyy aplaudió el acuerdo, que calificó como “una victoria para Ucrania. Una victoria para toda Europa”.
“La historia la hacen quienes no se cansan de luchar por la libertad”, declaró Zelenskyy.
El paquete financiero fracasó después de que Orban vetó tanto el monto adicional como una revisión del presupuesto de la UE. Ucrania depende desesperadamente de los fondos para ayudar a que su dañada economía sobreviva el próximo año.
Michel señaló que los gobiernos del bloque se reunirán nuevamente en enero, en un intento por poner fin al estancamiento.
Orban había advertido antes de la cumbre que forzar una decisión en torno a la agenda ucraniana podría destruir la unidad de la UE. Las decisiones sobre la expansión del bloque y sobre una revisión a su presupuesto a largo plazo, el cual contiene los 50.000 millones de euros en asistencia para el gobierno de Kiev, deben ser unánimes entre los 27 países integrantes.
Orban también había amenazado con vetar el inicio de las negociaciones de adhesión, pero finalmente cambió de parecer.
El primer ministro belga Alexander De Croo se refirió al inicio de las negociaciones de adhesión como un golpe al presidente ruso Vladímir Putin. “Es un mensaje muy claro para Moscú. Nosotros los europeos no dejaremos a Ucrania”, puntualizó.