En estos momentos 85 pacientes renales en Barquisimeto esperan por fístulas que les permitan mejorar su calidad de vida, expresa Daniel Colmenárez, presidente de la Fundación Amigos de Paciente Renal (Fundaprel.
Explica que este es un tratamiento quirúrgico que consiste en conectar una arteria a una vena debajo de la piel del brazo. Rito Villegas, paciente renal manifestó que tiene 14 años con la fístula y la recomienda porque el paciente no tiene el riesgo de infección que puede ocasionarle el catéter. Lamenta que dicho tratamiento prácticamente se haya dejado de ofrecer en los centros de salud público y en el sector privado es demasiado costoso.
Los pacientes desde hace años mantienen una lucha por la oportuna dotación de las unidades de diálisis, que lejos de resolverse se agudiza cada día. Los suministros de insumos son irregulares y por ende las diálisis, tratamiento del cual dependes su vidas, manifiesta Colmenárez.
En Lara se registran 1.250 pacientes, de ellos 18 reciben diálisis peritoneal. Sin embargo, todos son enfermos y padecen las mismas dificultades consecuencia de la situación país, reitera.
Carmen Padilla, paciente, manifiesta que de 3.000 pacientes que recibían el país con este tipo de tratamiento quedan unos 300. Cuestiona que las máquinas son modernas, alto flujo y los líquidos que envían no, por tanto el tratamiento no es óptimo.
En las unidades no hay ni gasa y Daniel agrega que tampoco hay eritropoyetina, necesaria para estimular la producción de glóbulos rojos requerida por poco más de 75 % de los pacientes.
Lo idóneo es dializar tres veces por semana, ahora pretenden que sean dos y no oponemos, dijo. En el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp).
La enfermedad no distingue clase social, tampoco reconoce quién es militar o no. De manera, que todos estamos propensos a padecer insuficiencia renal. La ayuda humanitaria es una necesidad.