El presidente de los Estados Unidos Joe Biden está ofreciendo a los fabricantes de fórmula láctea y a los minoristas apoyo logístico y de transporte para aliviar la escasez del producto a nivel nacional de la fórmula para bebés, mientras el gobierno trabaja para volver a poner en marcha la mayor planta nacional después de que se cerrara a principios de este año por problemas de seguridad.
La Casa Blanca dijo en fecha reciente que está trabajando con los principales productores de fórmula para impulsar la producción, incluyendo el contacto con sus proveedores para animarles a priorizar la producción y la entrega de los ingredientes de la fórmula. Esto se produce en un momento en que el gobierno de Biden se ha visto sometido a una intensa presión durante la última semana para que haga más por aliviar la escasez de fórmula láctea que ha obligado a los padres a hacer grandes esfuerzos para alimentar a sus hijos.
La escasez tiene su origen en la retirada en febrero de Abbott, el mayor fabricante de fórmula láctea del país, que cerró la planta de la empresa en Michigan y agravó las actuales interrupciones de la cadena de suministro entre los fabricantes de la fórmula, dejando menos opciones en las estanterías de las tiendas de gran parte del país. La escasez ha llevado a minoristas como CVS y Target a limitar el número de envases que los clientes pueden comprar por visita y ha obligado a algunos padres a intercambiar y vender leche de fórmula en internet.
El comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos Robert Califf comentó que la agencia federal está “trabajando de cerca con la firma Abbott” para reabrir la fábrica que fue cerrada en el estado de Michigan y prevé que “en un periodo muy corto vamos a tener un anuncio sobre el camino a seguir”.
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