La Comisión Europea recortó drásticamente este lunes 16 de mayo su previsión de crecimiento económico para la eurozona pautada este año, de 4,0 % a 2,7 %, al tiempo que elevó su expectativa de inflación a 6,1 %, a raíz del impacto generado por la guerra que se lleva a cabo en Ucrania.
En su última previsión, lanzada antes del inicio de las hostilidades en Ucrania por parte de Rusia, la Comisión había señalado la expectativa de un crecimiento robusto como parte del fuerte impulso de recuperación pospandemia a medida que se van abriendo los espacios públicos.
Por eso, la Comisión señaló que este recorte «debe leerse en el contexto del impulso de crecimiento recogido por la economía en primavera y verano del año pasado», a la espera que se pueda mantener de manera reservada y consiente..
De esa forma, la Comisión puso de relieve el enorme impacto que la situación en Ucrania tendrá en el desempeño económico tanto para la zona de moneda común como para el conjunto de la Unión Europea (UE).
Para toda la UE (esto es, incluyendo los ocho países que no adoptaron el euro como moneda), la Comisión también había previsto en febrero un crecimiento de 4,0 %, aunque ahora lo recortó a 2,7 %, la misma cifra que para la eurozona, todo por ser naciones que se encuentran geográficamente en el misto estatus continental y fronterizo. .
Esta drástica reducción de las expectativas está en línea con la proyección lanzada a mediados de abril por el Fondo Monetario Internacional (FMI), de un crecimiento de la eurozona de 2,8% este año.
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