A un año y tres meses de haberse aprobado “unánimemente” en el Consejo Legislativo del Estado Lara (CLEL) un informe sobre la situación de los pacientes renales debido al mal estado de las máquinas de diálisis en el estado Lara, la secretaría regional de Salud y la Gobernación no han ofrecido una respuesta.
La declaración la ofreció a El Informador Venezuela Héctor Daniel Colmenárez, diputado el Consejo Legislativo del Estado Lara (CLEL) y presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal (Fundaprel).
Explicó que el objetivo del informe es que tanto el secretario regional de salud, Javier Cabrera y el gobernador del estado, Adolfo Pereira, hicieran las gestiones pertinentes ante los diferentes ministerios a fin de resolver el problema de las máquinas de diálisis.
En el documento se expuso fehacientemente las consecuencias que para el paciente representa la reducción del tiempo de tratamiento de diálisis que debe ser de cuatro horas, detalló
«Esto es grave», de hecho, hace dos meses, durante una reunión con un grupo de médicos, ellos manifestaron su preocupación debido a que los pacientes están perdiendo tiempo de vida consecuencia de que no están siendo bien dializados, dijo.
Al respecto, El Informador Venezuela entrevistó la doctora Marlene López, coordinadora de la Unidad El Ángel, y explicó “los riñones trabajan todos los días, 365 días del año las 24 horas mientras el paciente recibe diálisis tres veces a la semana a cuatro horas. Una diálisis menos les resta calidad de vida”.
Sin duda que, la reducción del tiempo de diálisis tiene un impacto “importante” en el paciente, ya que su estado físico y su vida dependen de este tratamiento, porque los riñones son órganos vitales que tienen múltiples funciones que son suplidas por la diálisis.
Aseguró Colmenárez que en el estado Lara hay unas 20 máquinas dañadas lo que se traduce en que unos 120 pacientes tienen problemas para dializarse.
Entonces, disminuyen las horas de tratamiento para construir un nuevo turno y poder dializar al paciente hasta tanto “parapetean” las máquinas, ya en el país no hay repuestos, porque la empresa se fue de Venezuela.
A ese problema se suma la carencia de algunos medicamentos y los altos costos de los exámenes ya que los hospitales públicos no funcionan los laboratorios, añadió.
López, quien atiende en la Unidad El Ángel coincide en que la situación es similar en todas las unidades de diálisis de Lara y Venezuela. “Son riñones artificiales obsoletos que datan de 2012 y no han tenido el mantenimiento adecuado”.
Eso debido a los repuestos son importados y con la con la excusa del “bloqueo” no se compran, aunque reconoce que los dueños de los centros de salud y el IVSS han hecho sus esfuerzos, sin embargo no es suficiente.
“La solución es cambiar todo el parque que máquinas, no solo en Lara toda Venezuela está en las mismas condiciones”, manifestó la galena.
Deficiencia se servicios públicos complica la situación
La doctora Marlene López resaltó que no es solamente el problema de máquinas sino también se servicios públicos. “A veces se va la luz eléctrica y se tiene que interrumpir el tratamiento, igualmente cuando no llega agua”.
Respecto al suministro de insumos, expresó que al menos en El Ángel nadie se queda sin diálisis por falta de material. “En eso el IVSS ha sido serio en los últimos tiempos, el material no nos sobra pero tampoco nos falta”.
Con relación los fármacos dijo que el paciente renal requiere muchos medicamentos, no obstante, el gobierno regional tiene un plan de medicamentos aunque éstos “no de óptima calidad”.
Y ciertamente, el complejo B y el hierro cuyo suministro corresponde al IVSS no lo están enviando con regularidad. Sucede lo contrario con eritropoyetina, paracalcitol que son costosos y sí los envían regularmente.
No pueden costear exámenes
Otra de las dificultades sentidas de los pacientes renales es el alto costo de los exámenes de laboratorios que deben hacerse mensualmente, expresó el presidente de Fundaprel.
Según la doctora Marlene López, el paciente renal debería hacerse mensualmente una hematología completa que incluye hemoglobina, cuentas blancas, calcio y fósforos que son obligatorios así como marcadores virales de hepatitis al menos dos veces al año.
“Con toda responsabilidad lo dijo, a veces prefiero no solicitar exámenes porque sé que el paciente no lo puede costear. A veces esos mismos dicen doctora no vine porque no tenía pasajes, no vine porque no tenía que comer. Yo le puedo solicitar los exámenes pero no obligarlo a que los traigan”, finalizó la galena.