Este miércoles 16 de junio se reunirán en la ciudad suiza de Ginebra, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladimir Putin, en un momento con mucho en juego a nivel diplomático y en el que, según ambos, la relación entre sus países en está su punto más bajo.
Durante cuatro meses, los dos líderes han intercambiado una dura retórica. Biden ha criticado repetidamente a Putin por ciberataques maliciosos de hackers asentados en Rusia contra los intereses de Washington, por despreciar la democracia con el encarcelamiento del líder de la oposición rusa y por interferir en las elecciones estadounidenses.
Putin, por su parte, ha reaccionado con todo tipo de confusiones, señalando a la insurrección del 6 de enero en el Capitolio para alegar que Estados Unidos no puede dar lecciones sobre las normas democráticas e insistiendo en que el Kremlin no participó en ninguna interferencia electoral o ciberataque a pesar de que la inteligencia estadounidense demuestre lo contrario.
Ahora, los dos se verán las caras por primera vez como presidentes en una reunión que se espera que dure entre cuatro y cinco horas. Antes de la cumbre, las dos partes parecieron rebajar las expectativas.
A pesar de todo, Biden dijo que sería un paso importante que Washington y Moscú puedan encontrar finalmente “estabilidad y previsibilidad” en su relación, un objetivo en apariencia modesto para un presidente que trata con quien considera uno de los rivales más acérrimos del país./SYGA
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