Tras su renuncia a la Comisión Nacional de Primaria (CNP), el escritor e historiador Rafael Arraiz Lucca publicó a primeras horas del 16Jun, en su cuenta de twitter, que “sin el CNE, y los centros electorales, es imposible hacer la elección Primaria de manera extendida».
Sugirió que la Plataforma Unitaria «podría optar por otro método para escoger el candidato presidencial de este sector de la oposición».
Horas después y tal como lo había anunciado el día anterior, el presidente de la Comisión, Jesús María Casal, daba su primer anuncio oficial al país informando que avanzarán en la organización autogestionada de la elección.
El 15Jun había adelantado que venían trabajando en el escenario de la autogestión y que la Primaria seguirá adelante de acuerdo al cronograma.
También, ese día reveló que, aunque había algunos rumores, no esperaban que (las renuncias) ocurrieran esta semana, pero aseguró estar en capacidad de responder de acuerdo a la planificación que tienen.
Para el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, no hay otro camino sino la autogestión. Incluso, advierte la posibilidad de que, si la CNdP insiste en hacer la Primaria con el CNE, la AN se tarde más en designar a los nuevos rectores.
Para él, ahora es claro que la Comisión debe decidir si hacer la Primaria el 22-Oct, realizarla con el nuevo CNE y, es más, si hacer la Primaria.
Pablo Quintero, politólogo y socio director de Log Consultancy, sostiene que este sector de la oposición no cuenta con el apresto logístico, operativo ni económico que se requiere para una elección sin asistencia técnica del órgano electoral. Sentencia, incluso, que es inviable y que la CNdP se está jugando su credibilidad.
No obstante, hace la salvedad de que en Venezuela todo puede cambiar de un momento a otro. “Hace menos de una semana se hablaba hasta de un debate entre candidatos, pero ese ya no es el tema, ahora el tema es qué pasará con el CNE y la CNdP, de cómo será la elección”.
¿Espantando los votos?
Para Benigno Alarcón, dar por sentado las razones detrás de las renuncias «sería especulativo», sin embargo, para él es claro que « es una renuncia coordinada con el mismo Gobierno. No es una posición hostil la que están asumiendo por algún desacuerdo, sino una acción coordinada».
La misma opinión tiene Pablo Quintero, para quien las renuncias obedecen a la estrategia electoral del Gobierno, no solo de cara a la Primaria sino también a la elección presidencial.
Opina que estarían buscando un CNE más «cómodo» o un CNE que genere incertidumbre y, subsecuentemente, abstención. De allí que califique la estrategia como “espantavotos”.
El economista y presidente de Datanalisis, Luis Vicente León, apoya esta tesis al tuitear que lo ocurrido con los rectores «promueve el escepticismo electoral», además de las fracturas internas de la oposición.
Y la politóloga Ana Milagros Parra lo explica así: la estrategia busca, además de «dilatar el proceso de las primarias, dividir más a la opinión pública”.
Forma parte de la idea de «desmoralizar a la gente, promover un escenario de abstención, de desilusión frente a la idea del voto, un poco para trabajar esa percepción de que no vale la pena votar porque el gobierno prácticamente hace lo que le da la gana», coincidió a su vez Quintero.
Por su parte, Alarcón también acuña el término. Asegura que “el PSUV necesita un presidente del CNE que sea mucho más ‘espantavotos’ que Pedro Calzadilla (…) y «un CNE mucho más agresivo que el CNE de este momento».
Y el portal CrónicaUno publicó declaraciones de una fuente que identificó como ‘cercana al proceso de toma de decisiones’, según la cual: “(El CNE) No era suficientemente ‘espantavotos’. Unos rectores eran muy flojos. Ellos (el chavismo) necesitan que el país se centre en Trump, las sanciones, los traidores y las condiciones electorales. No quieren que los temas en la opinión pública de los próximos meses sean gasolina, salario, protestas, corrupción, apagones, cortes de agua, salud”.
Toda esta estrategia no parece ser improvisada. Pablo Quintero pide tener claro que “todas las decisiones que toma el Gobierno son estratégicas, estudiadas y calculadas con mucha anticipación”.
En tal sentido, Benigno Alarcón recordó que a principios de 2023, José Brito, dirigente de Primero Venezuela, dijo que había que negociar un nuevo CNE, declaración que el presidente de la AN, Jorge Rodríguez, “tomó con ‘entusiasmo inédito’, así que no era algo improvisado, sino que se venía hablando».
De allí que, en declaraciones a la AFP, Quintero especula que en esa nueva configuración del CNE buscarán tener representación «sectores disidentes de la oposición tradicional, acusados de favorecer al chavismo».
¿Adelantar?
La fecha de los comicios presidenciales es un tema relevante, porque el presidente Nicolás Maduro y el primer vicepresidente del PSUV y también diputado de la AN, Diosdado Cabello, han sugerido la idea de adelantar el proceso.
Hay hipótesis, publica el portal bancaynegocios, pero lo más probable es que, como muy pronto, la presidencial se realice al final del primer trimestre de 2024, porque no habría tiempo para moverlas a este año.
El ya mencionado ‘inédito entusiasmo’ del diputado Rodríguez se suma a la «urgencia» con la que planteó la convocatoria para elegir a los nuevos rectores, y abona la tesis del adelanto de la elección presidencial.
Fotos: Cortesías