Un canino de seis años de edad nombrado ‘Max’ fue quien capturó Rafael Caro Quintero, quien era buscado por las autoridades tras ser señalado de narcotraficante y además, ser el presunto responsable del asesinato de un agente de la DEA estadounidense hace más de tres décadas.
Se conoció que el procediendo era llevado a cabo por infantes de marina mexicanos, que se desplegaron en las montañas de Sinaloa para capturar al sujeto, pero Max logró sacarlo de entre la maleza, donde Caro se ocultaba de las autoridades.
Desde hace algún tiempo, Estados Unidos estaba motivado a encontrar al ahora detenido, por lo que había ofrecido una recompensa de 20 millones de dólares por información que condujera a su captura.
Este viernes, tres días después de que López Obrador y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se reunieran en la Casa Blanca, el objetivo más buscado de la DEA estaba bajo custodia mexicana.
La Procuraduría General de la República de México dijo en un comunicado este 15-Jul por la noche que Caro Quintero fue arrestado para ser extraditado a Estados Unidos y que estaría recluido en la prisión de máxima seguridad del Altiplano a unas 50 millas al oeste de la Ciudad de México.
“Me parece que en las conversaciones privadas entre el presidente Joe Biden y Andrés Manuel (López Obrador) seguramente acordaron volver a entregar narcotraficantes de alto perfil, lo cual había sido suspendido”, dijo el analista de seguridad David Saucedo.
AP