Federman desoye el pisar cadencioso del caballo sobre el Barici conmueven al alemán los colores del arrebol en poniente rodaba el 1530, las aguas cenicientas traslucen matices del cielo insinuando notas melódicas que encantan e iluminan al valle 23 aldeas caquetías de Variquecemeto avistan absortas.
Cascos de caballos y pisar armónico de expedición guerrera hacen tronar los suelos semiaridos del valle del Tocuyo oculta indigenas espanta aves y trepidar
cardones y cujisales comanda Juan de Villegas tras la conquista de
occidente funda Nueva Segovia de Buría (Barquisimeto) en
1552.
La pobreza cortejó durante siglos a la ciudad agrícola y mestiza victima de guerras y revueltas luego de la independencia para 1891 es la más importante de occidente fuertes casas comerciales importaban y exportaban ferrocarril Bolivar Barquisimeto-Tucacas incentivó progreso.
Su asiento excepcional motor nervudo de florecimiento advienen frutos en faenas de comarcas alejadas que retornan a urbanismos de mayor aforo alistan disímiles ciclos industriosos nutricios y metálicos tolerando quehaceres y bienestares a la ciudad.
Metrópoli donde convergen fraternos y solidarios paisanos y llegados de otras realidades costumbres y leyendas que se fusionan hacendosas fraguando un hombre para la vecindad afable.
La ciudad fenicia como la llamó Chio Zubillaga de los pulperos enfranelados la tildó Guzman Blanco destinada para enlazar la definió Uslar Prieti capital musical en cada hogar un cuatro y un cantor Dudamel, testimonio universal de la polifonía patrimonial.
Altiplanicie extendida e infinita como el horizonte extasiada en un mundo real y magico a lo garmendiano donde espantan las animas errantes y penitentes.
La Tuna de Oro canto imaginario a una verdad existencial la bohemia sensitiva vaga por calles y carreras encadenadas.
Emblemático Obelisco, luz encendida de observancia perpetúa Catedral, símbolo arquitectónico de misticismo católico Flor de Venezuela, musa alegórica de biósfera y seducción Manto de María, centinela inmortal de vocación mariana Monumento al Sol Naciente, inspiración cinética de Cruz Diez.
El pincel seductor de la poesia sublime diseña la tarde de arreboles sugeridos en tornasoles de una briza aromatizada de flores y galanterias infinitas de un sol llameante que calienta nubes y vientos da vida a cardonales que emergen garbosos.
Ciudad de sueños y pesares auroras plácidas de emociones y cantares picarescos mañanas saturadas de embriaguez delirante codicias de vida transito platónico de amoríos insaciables.
Explanada esmerada de fertil suelo vientos alisios sobrevienen del Este y enfrían la atmósfera nubes y nubarrones tapizan el cielo eternizan su viaje al oeste invisible de pasajes inmemoriales dejando luces y colores a la ciudad de crepúsculos y arreboles.
Teclas, cueros, aires, cuerdas y voces solfean eufonías que invaden espacios y evaporan tiempos atrapan al ingenio ávido de fábulas y ficciones encantan el corazón y abren venas melancolía pasional y entrañable.
Estrellas que lloran y dan serenata de pascua iluminan noches de sombras y desvelos en prosa literaria desde cascadas románticas por campos sublimes delirantes y febriles en las manos excelsas del maestro Carrillo.
Urbe de insostenible contrastes e injusticias inflexibles donde la Divina Pastora siembra fe que crece al infinito deja a cada quien al refugio de la religión conciliando espléndido la sensatez ineludible a una vida de sociedad en crisis.
Tormentos galantean querencias intranferibles tiempo amaina su elocuencia sabia solidaridad aflora como caudal de río inundado calma la psiquis alborotada de quien gimotea y consuela su pena.
Como si el tiempo se detuviera la tristeza asedia por doquier cantos coros y grupos polifónicos imploran clemencia divina la vida es un lidiar frente al ayuno y la enfermedad el desengaño exprime el espiritu y la imaginación suplica poética los bardos decoran retóricos congojas y añoranzas.