El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, que se encuentra en Damasco en su primera visita desde el inicio de la ofensiva turca en el norte el 9 de octubre, pidió hoy a las partes involucradas un cese de hostilidades y su participación en un proceso político.
En reunión con el ministro de Exteriores sirio, Waleed al Moalem, Pedersen insistió en la necesidad de acabar con las batallas “inmediatamente”, establecer un cese de hostilidades y optar por una solución política para atajar la “crisis” en el noreste.
También trasladó a Moalem la “extrema” preocupación del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, por las consecuencias humanitarias del conflicto, que ha provocado “demasiados” muertos y más de 160.000 desplazados, según sus datos, reseñó Unión Radio.
La reunión se centró en la situación en el noreste, donde los kurdosirios y Damasco se enfrentan a los turcos y sus milicias aliadas en medio de una retirada de Estados Unidos, indicó el enviado en su intervención posterior al encuentro.
El Ministerio de Exteriores sirio confirmó este extremo en un comunicado y apuntó que también trataron las posibles consecuencias “serias” de esta situación en el funcionamiento del Comité Constitucional, a cargo de redactar el borrador de una nueva Carta Magna.