El Papa anunció hoy que la próxima Asamblea del Sínodo de Obispos, la reunión de la jerarquía eclesial en la que se debaten temas que interesan a la Iglesia, se celebrará en dos sesiones, con un año de diferencia, en 2023 y 2024, para «disponer de un tiempo de discernimiento más amplio».
«El 10 de octubre del año pasado se inauguró la primera fase de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión’. Desde entonces se lleva a cabo el proceso de escucha», explicó Francisco, al término del rezo dominical del Angelus
Ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el pontífice explicó que «los frutos del proceso sinodal iniciado son muchos, pero para que alcancen su plena madurez es necesario no tener prisa» y por ello ha establecido «que esta asamblea sinodal tenga lugar en dos sesiones: la primera del 4 al 29 de octubre de 2023 y la segunda en octubre de 2024».
La XVI Asamblea, en la que los obispos debatirán en el Vaticano las propuestas recibidas y que inicialmente iba a celebrarse este año, ya había sido pospuesta en 2021, cuando el papa aprobó una nueva organización del sínodo, para que tuviera una mayor participación de los fieles, y se postergó a 2023.
Ahora se amplia aún más el tiempo previsto hasta su celebración final en una decisión que » nace del deseo de que el tema de la Iglesia sinodal, por su amplitud e importancia, sea objeto de un prolongado discernimiento no sólo por parte de los miembros de la Asamblea Sinodal, sino de toda la Iglesia», explicó el Vaticano.
En su comunicado, se recuerda que la Constitución apostólica «Episcopalis communio», con la que en 2018 el papa Francisco cambió la manera de organizar el Sínodo, ya preveía esa posibilidad.
«El Sínodo no es un acontecimiento, sino un proceso, en el que todo el Pueblo de Dios está llamado a caminar juntos hacia lo que el Espíritu Santo le ayuda a discernir como voluntad del Señor para su Iglesia. Por ello, la Asamblea asumirá también una dimensión procesal, configurándose como ‘un viaje dentro de un viaje’, para favorecer una reflexión más madura para el mayor bien de la Iglesia», añadió la Santa Sede.
Desde la apertura del Sínodo, tanto en el Vaticano como en cada diócesis y hasta abril de 2022, se realiza una consulta a todos los fieles a través de documento preparatorio, acompañado por un cuestionario y de un vademecum con propuestas.
Las nuevas normas no han cambiado la participación en la asamblea final del concilio obispal que se celebrará en Vaticano y donde sólo una mujer, la subsecretaria, la religiosa francesa Nathalie Becquart, podrá votar.
El tema de la sinodalidad, que la Iglesia define como el «caminar juntos» en la toma de decisiones, será el asunto del próximo sínodo.
Además de los ordinarios, el papa puede decidir también convocar algunos extraordinarios como fue el último dedicado a la Amazonía, mientras que la XV asamblea de los obispos estuvo dedicada a los jóvenes.