El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, confirmó este lunes la detención del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, arrestado el domingo 8 de diciembre y que desde entonces ha estado en situación de desaparición forzada.
Durante una rueda de prensa convocada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Cabello expresó su preocupación por la situación del gendarme, cuestionando cómo este individuo, con un sueldo de 500 dólares, pudo estar en Venezuela. “¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea? Eso no lo dicen, pero probablemente nosotros lo diremos en algún momento”, manifestó.
El ministro insinuó que Gallo tenía una misión en el país, afirmando que su detención ha representado un “golpe duro” a esa supuesta operación. “Les dolió porque venía a cumplir una misión y no es que ha sido abortada la misión, les hemos dado un golpe duro”, aseguró Cabello, sin presentar pruebas que respaldaran sus afirmaciones.
Esta declaración ha generado un amplio debate en los medios y entre analistas, quienes cuestionan la falta de claridad sobre las circunstancias de la detención y el estado actual del gendarme argentino. La situación plantea interrogantes sobre las relaciones entre Venezuela y Argentina, así como el contexto de seguridad en el país.