Estados Unidos colocó el miércoles nuevamente a los rebeldes hutíes de Yemen en su lista de terroristas globales especialmente designados, medida que añade sanciones financieras a los ataques militares estadounidenses en el más reciente intento de Washington de poner fin a los atentados de los milicianos contra la navegación comercial internacional.
Funcionarios estadounidenses señalaron que diseñarían las sanciones financieras contra los hutíes de una forma que minimice el impacto sobre los 32 millones de habitantes de Yemen, que están entre los más pobres y hambrientos del mundo después de años de guerra entre los hutíes respaldados por Irán y una coalición que encabeza Arabia Saudí.
Pero organizaciones humanitarias expresaron su preocupación al respecto. La decisión únicamente añadiría “un nuevo nivel de incertidumbre y amenaza para los yemeníes que siguen atrapados en una de las peores crisis humanitarias del mundo”, dijo el director asociado de Oxfam America, Scott Paul.
Las sanciones que acompañan a la designación formal están pensadas para impedir que los grupos extremistas violentos tengan acceso a sus fuentes de financiamiento.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump designó a los hutíes como terroristas globales y organización terrorista extranjera en uno de los últimos actos de su mandato. El presidente Joe Biden dio marcha atrás al principio de su gobierno, haciendo mención en ese momento del riesgo humanitario que las sanciones significaban para la población civil de Yemen.
Los ataques militares de Estados Unidos y el Reino Unido contra blancos militares en Yemen no han logrado poner fin a los atentados con drones, cohetes y misiles de las fuerzas hutíes contra embarcaciones comerciales que transitan por la ruta del mar Rojo, cerca de Yemen.
Los hutíes forman parte de una red de grupos milicianos aliados de Irán y Hamás en Oriente Medio que han intensificado sus ataques contra Israel y Estados Unidos, entre otros objetivos, desde que Israel comenzó su campaña militar en Gaza en respuesta a la incursión de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
AP