El director, guionista y artista David Lynch, conocido por su estilo único y su capacidad para transformar lo cotidiano en inquietante, ha fallecido a los 78 años, según anunció su familia en redes sociales. Lynch, responsable de películas icónicas como Terciopelo azul, Carretera perdida y Mulholland Drive, además de la serie de culto Twin Peaks, dejó una huella imborrable en el cine y la televisión.
«Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él diría, ‘Mantén la vista en el donut y no en el agujero'», afirmó su familia en un comunicado publicado en Facebook. En 2024, Lynch reveló que padecía enfisema, un diagnóstico que lo apartó definitivamente de la dirección.
Un genio nacido en Missoula
David Keith Lynch nació el 20 de enero de 1946 en Missoula, Montana. Su padre, Donald, era investigador científico, y su madre, Edwina, profesora de inglés. Desde joven, Lynch mostró una inclinación hacia las artes visuales, que más tarde canalizaría en su carrera cinematográfica. Inspirado por el surrealismo de Luis Buñuel y Salvador Dalí, así como por cineastas como Billy Wilder, Akira Kurosawa y Werner Herzog, desarrolló un estilo único que desafiaba las convenciones narrativas.
Su debut en el cine llegó en 1977 con Cabeza borradora, una obra experimental que ya anticipaba las temáticas oscuras y los ambientes perturbadores que definirían su carrera. La filmografía de Lynch incluye títulos tan diversos como El hombre elefante (1980), que lo llevó a la primera de sus cuatro nominaciones al Oscar; la ambiciosa y criticada adaptación de Dune (1984); y clásicos como Corazón salvaje (1990), Una historia verdadera (1999) e Inland Empire (2006), su última película.
Aunque nunca ganó un Oscar competitivo, en 2019 recibió un premio honorífico de la Academia por su contribución al cine.
El fenómeno Twin Peaks
En televisión, Lynch cambió las reglas del juego con Twin Peaks, la serie que co-creó junto a Mark Frost y que cautivó al mundo en 1990. Con una atmósfera cargada de misterio y personajes inolvidables, la serie planteó una pregunta que se convirtió en un fenómeno cultural: «¿Quién mató a Laura Palmer?». Su impacto perdura, consolidando a Lynch como un pionero en la narrativa televisiva.
Legado inmortal
David Lynch no solo fue un cineasta, sino un artista multidisciplinar que exploró la pintura, la música y la meditación trascendental. Su obra, caracterizada por la mezcla de lo bello y lo perturbador, continuará inspirando a generaciones de creadores y espectadores.
Con su partida, el cine pierde a uno de sus grandes innovadores, pero su legado sigue vivo en cada plano inquietante y cada nota de la inolvidable banda sonora de Twin Peaks. Lynch nos enseñó a mirar más allá de la superficie, a buscar significado en lo extraño y a mantener siempre la vista en el donut.