El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que tuvo una llamada telefónica “muy buena” con el presidente de China, Xi Jinping, mientras se prepara para su regreso a la Casa Blanca la próxima semana. A través de su plataforma de redes sociales, Truth Social, Trump expresó su optimismo sobre la cooperación entre ambas naciones.
“Acabo de hablar con el presidente Xi Jinping de China”, escribió Trump. “Espero que resolvamos muchos problemas juntos y que comencemos de inmediato”. Durante la conversación, ambos líderes discutieron temas importantes como el comercio, el fentanilo, y la popular aplicación TikTok, lo que, según Trump, será beneficioso para ambos países.
En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Xi afirmó que tanto él como Trump “dan gran importancia a las interacciones mutuas” y manifestaron su deseo de tener un buen inicio en la relación entre China y Estados Unidos durante el segundo mandato de Trump.
La llamada se produce en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y Beijing. Poco después de la conversación, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que una controvertida prohibición de TikTok podría entrar en vigor, rechazando la apelación de la aplicación que alegaba que la prohibición infringía la Primera Enmienda.
A pesar de las tensiones, Xi envió un mensaje de felicitación a Trump tras su reelección en noviembre, subrayando que “Estados Unidos y China ganan con la cooperación y pierden con la confrontación”. Sin embargo, el presidente chino no asistirá a la investidura de Trump, delegando en el vicepresidente Han Zheng la representación en la ceremonia.
Durante su primer mandato, Trump tuvo una relación más amigable con Xi, aunque su retórica ha cambiado con el tiempo. Como candidato, prometió imponer aranceles del 60% a todos los productos chinos, aunque ha moderado su enfoque desde entonces.
Entre los miembros de su gabinete se encuentran figuras con una postura dura hacia China, como Marco Rubio, elegido secretario de Estado, y Pete Hegseth, expresentador de Fox News y secretario de Defensa, quienes han advertido sobre el desafío que representa China para Estados Unidos.
Un factor adicional en la relación entre ambos países es Elon Musk, fundador de Tesla, que produce más de la mitad de sus vehículos en China. Musk ha abogado por una relación mutuamente beneficiosa, contrastando con la postura más confrontativa de Trump.
A pesar de las posibilidades de cooperación, Xi destacó que es “natural que dos grandes países con diferentes condiciones nacionales tengan algunos desacuerdos”, haciendo hincapié en la delicada cuestión de Taiwán, que Beijing considera un territorio separatista que debe ser “unificado”. Durante la campaña electoral, Trump adoptó una postura más dura respecto a Taiwán, sugiriendo que debería pagar más por la “protección” estadounidense.
Con su regreso inminente a la Casa Blanca, Trump se enfrenta a un panorama complejo en sus relaciones internacionales, donde la cooperación y la confrontación se entrelazan en un delicado equilibrio.
Foto AFP