La exsenadora colombiana, Piedad Córdoba, desmintió las acusaciones de un exasesor, sobre haber demorado la liberación de la candidata presidencial Íngrid Betancourt, y dijo que se trata de una «caza de brujas» y un «linchamiento político».
“No es la primera vez que enfrento falsos testigos. Estamos esperando las 17 «pruebas» con las que va a salir el Señor (Andrés) Vásquez para sustentar sus mentiras”, escribió en su cuenta en Twitter.
“Aun no logro entender el porqué del ensañamiento en mi contra desde tantos sectores reaccionarios para impedir que pueda hacer política”, dice parte en un comunicado publicado.
Aseguró que no ha cometido ningún delito, y que «por el contrario entregué toda mi carrera política para conquistar la paz y los cambios sociales».
Córdoba, que actualmente vuelve a optar al Senado por la coalición de izquierdas Pacto Histórico, dijo que no es primera vez que emergen “falsos testigos” en su contra, y que “siempre” coinciden con su participación en comicios electorales.
FARC
Por otra parte, dijo que la “resurrección del fantasma de la llamada FARC-política con base en la validación de unos archivos manipulados y surgidos de una operación ilegal, no solo va en contra de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que los desestima como prueba judicial, sino que busca iniciar una nueva cacería de brujas”.
Cordoba instó al periodista Ricardo Calderón, que según ella es “experto en filtraciones judiciales en casos relacionados conmigo”, que dé a conocer los testimonios otorgados por los integrantes del antiguo Secretariado de las FARC-EP ante la Corte Suprema de Justicia en este caso.
“Nunca hice parte de la organización armada y no tenía posibilidad de incidencia alguna en sus decisiones político-militares. Mi contacto con las FARC-EP, avalado por dos estados, se da en el marco de la búsqueda de un intercambio de prisioneros acorde al DIH y de gestos humanitarios unilaterales”, ecribió la exsenadora.
“Las FARC me dio flores en las fotos que todos vieron, pero no me dieron ni bienes, ni dinero, ni curules, ni votos, ni Premios Nobel.”