Al menos nueve personas han muerto a consecuencia de una fuerte tormenta que azotó durante el fin de semana, a los estados norteamericanos de Kentucky y Georgia y que provocó inundaciones que dejaron anegadas carreteras y viviendas.
Ocho de las personas fallecieron en Kentucky, según informó el gobernador del estado, Andy Beshear, y la novena corresponde a Georgia, según recoge la CNN.
Los servicios de emergencia han realizado más de un millar de rescates en las últimas 24 horas en respuesta al «enorme» impacto de la tormenta, según ha explicado Beshear desde Kentucky, donde hace apenas dos años murieron 43 personas en unas catastróficas inundaciones.
«Necesitamos que los kentuckianos sigan en alerta. Hay más de 300 carreteras cortadas. El transporte dice que el impacto en el estado es histórico», ha publicado Beshear en redes sociales. La tormenta ha provocado barrizlaes en el este y nueve en el oeste y «la situación es peligrosa», según el gobernador, que ha apelado a evitar los desplazamientos.
Beshear declaró el estado de emergencia el viernes y este domingo ha dado las gracias al presidente Donald Trump por declarar el desastre federal, lo que facilita la llegada de fondos federales a las zonas afectadas.
En Red Boiling Springs, Tennessee, una residencia con 52 personas mayores ha tenido que ser evacuada, según los Servicios Médicos del Condado de Macon. Varias agencias han participado en la operación.
Mientras, al menos 265.000 abonados están sin suministro eléctrico en Georgia; otros 183.000, en Alabama; 64.000 en Mississippi y 20.000 más en Luisiana, según PowerOutage.us. Unos 60.000 clientes están sin electricidad en Kentucky, Virginia y Tennessee. S
Con información de Europa Press