El venezolano Gleyber Torres esta temporada puede afianzarse como campocorto de los Yanquis de Nueva York, luego de una serie de cambios que se realizan en estos momentos en el entorno del club de la Gran Manzana.
De hecho el mejor jugador de posición vuelve el caraqueño de 24 años. De paso si es posible que los Mulos se convierten finalmente en el equipo que desesperadamente quieren ser, lo que significa ganar la Serie Mundial por primera vez en 12 años, sus fanáticos van a decir todo el verano que su shortstop es mejor que el de los Mets, en referencia al puertorriqueño Francisco Lindor, quien vocifera que él es el más completo, no sólo de Nueva York, sino de todo el béisbol.
Torres, que parecía más cómodo en la segunda base antes de los Yanquis firmar a DJ LeMahieu, bateó 38 jonrones la última vez que se jugaron 162 juegos, cuando tenía sólo 22 años y en el momento que parecía que iba a ser una estrella en el Yankee Stadium por muchos años. Luego llegó la breve temporada de 2020, las lesiones, días en lista de lesionados y números que lo decepcionaron y todo lo soñado o con las posibilidades de alcanzar la cima, después de ser obtenido en un cambio con los Cachorros de Chicgo. En agosto, ya saludable, fue el instante de ver luz en el túnel.
De esa forma siguió hasta octubre, donde la decepción de la derrota en cinco juegos ante los Rays de Tampa Bay en la Serie Divisional de la Liga 0Americana terminó por eclipsar aquello. Gleyber apenas empezaba a encenderse y otra temporada de los Yanquis volvía a terminar demasiado temprano.
Torres se fue de 4-4 en un juego que terminó con cinco incogibles en siete turnos, incluido un jonrón y tres empujadas. Eso fue contra los Indios de Cleveland en el partido 1 de la Serie del comodín de la Americana. Contra Tampa Bay, en cinco juegos en la Serie Divisional, dio otros cinco hits y un jonrón. Bateó .714 contra los Indios y .313 ante los Rays, para lucir otra vez como el Gleyber de 2019.
EL JUGADOR DE OCTUBRE
Los Yanquis siempre tienen o hacen un nombre o un jugador en octubre. Torres hasta ahora ha hecho eso en sus tres postemporadas. Ha jugado como lo hizo el estelar Derek Jeter cuando arribó por primera vez a ese gran escenario que es octubre. En los primeros 20 juegos de Jeter en postemporada, conectó 29 imparables y bateó .354. También sacó tres jonrones, empujó cinco y anotó 18.
En los primeros tres viajes de Torres a los playoffs, tiene 26 indiscutibles en 21 juegos, 14 anotadas, cinco vuelacercas, 15 remolcadas y un promedio ofensivo de .342.
LLEGÓ EL MOMENTO
“Este es el momento en el que tenemos que hacer el trabajo para nuestro equipo”, dijo Torres después del Juego 1 contra los Indios en octubre pasado. Los grandes Yanquis siempre lo logran en esa época del calendario beisbolero. Este era el Torres de verdad, no el que se perdió 18 juegos de la temporada regular y bateó .243 con sólo tres jonrones y 16 empujadas, un año después de ir al Juego de Estrellas. Ahora está saludable y ansioso por jugar de nuevo una campaña completa.
Todavía tiene a Aaron Judge a su lado, como a Giancarlo Stanton y LeMahieu, y también al dominicano Gary Sánchez, que trata de escribir su propia historia de repunte detrás del plato. Pero Torres no necesita ser una figura a la defensiva. Simplemente tiene que ser confiable, como era Jeter. Sólo requiere recuperar el ritmo que llevaba en 2019. Debe darle pelea a Lindor y empezar el gran debate sobre quién es el mejor shortstop en Nueva York. Se pensaba que a los 23 si hubiese estado sano habría disputado una temporada completa.
De Torres no olvidan la temporada pasada por todo lo que sucedió, gran parte de ello fuera de su control. Lo que tiene que hacer esta estación es recordarle a todo el mundo lo bueno que es y que antes del 2020 estaba en el primer párrafo de todas las conversaciones sobre los jugadores jóvenes con más futuro en el juego.
ESPERA UN RESURGIR
Esto lo dijo Torres en Tampa, en la misma semana que él y Stanton batearon jonrones seguidos contra los Piratas de Pittsburgh: “El año pasado tuve unos problemitas con mi timing”, expresó. “Le hice demasiados swings a pitcheos malos. Traté de hacer mucho. Este año voy a seguir el plan que teníamos en 2019: confiar en mí. Y si tengo la oportunidad de batear un jonrón, voy a hacerlo. Yo sé que puedo hacerlo”.
Es capaz de hacer mucho más que eso. Al otro lado de Nueva York, Pete Alonso trata de demostrar lo que hizo en 2020, que no es un reflejo de lo que realmente es como beisbolista. Torres intenta eso conlos Yanquis, a fin de tener una temporada completa y convertirse en octubre en el jugador que siempre es, lo que indica que aspira a un resurgir en 2021.
AJS vía Mike Lupica de MLB.com
Foto: A Gleyber Torres siempre le han tenido confianza