Este jueves 17 de marzo, Corea del Sur registró 429 decesos superando en casi 140 la marca previa, establecida el martes, aunque que el número de víctimas mortales podría seguir subiendo en las próximas semanas por los intervalos entre el contagio, la hospitalización y el fallecimiento.
Mientras las autoridades de salud reportaron 621.266 nuevas infecciones, las cuales también fueron un récord diario. Esto elevó el total nacional de casos de Covid-19 por encima de los 8,2 millones, de los cuales más de 7,4 millones se han registrado desde principios de febrero.
El brote ha sido bastante mayor de lo que había previsto el gobierno, que sostiene que ómicron está acercándose a su pico. Las autoridades han tratado de calmar el temor de la población en medio de preocupaciones acerca de una respuesta inadecuada a la crisis, y afirman que la nueva variante no es más letal que la gripe estacional para quienes están vacunados, y es menos peligrosa que la delta que azotó el país en diciembre y a principios de enero.
La tasa per cápita de fallecidos en pandemia sigue siendo mucho menor en el país que en Estados Unidos o en muchas naciones europeas, algo que las autoridades atribuyen a la elevada tasa vacunación. Más del 68% de los surcoreanos recibieron la dosis de refuerzo de la vacuna.
Pero algunos expertos apuntan que las autoridades sanitarias subestimaron claramente los efectos de un brote a mayor escala sobre unos trabajadores hospitalarios ya agotados tras superar la ola causada por delta. Critican al gobierno por enviar un mensaje erróneo a la población al suavizar las restricciones sociales y comunicar que ómicron causaba cuadros leves de la enfermedad.