123 AÑOS DE LA CÁMARA DE COMERCIO DEL ESTADO LARA
El pasado 12 de marzo, se conmemoró el 123 aniversario de la Cámara de Comercio del estado Lara, que se fundó en el año de 1901, punto de partida desde donde se inicia la cronología de la historia de esta Institución decana de los organismo de su índole y única en la Región Centroccidental que a sus 123 años sigue recibiendo el impulso y el estímulo que presagian que su vida se remontará en el tiempo, para irse mucho más allá, llenando un ámbito de mucha importancia en la vida activa de la ciudad y el estado Lara.
Por eso, estas líneas de reconocimiento, recuerdan a las figuras que protagonizaron aquel comienzo difícil, como todo comienzo, pero cuyo tesón institucional, labrado a pulso por sus directivos ha hecho que la Cámara de Comercio del estado Lara, se encuentre hondamente arraigada en el sentimiento de la gente, esa gente que a través de generaciones ha venido dándole impulso mediante procedimientos serios, con una reconocida ponderación, una dinámica ajustada a los patrones que señala la modernidad del Siglo XXI.
Para la instalación de la Cámara de Comercio del estado Lara, nos dice don Raúl Azparren (1981), que el señor Eduardo Lindheimer invitó el primero de marzo de 1901, pero al no llevarse a efecto la reunión, hubo de realizarse el 12 de del mismo mes, como se desprende de la siguiente comunicación:
“…Barquisimeto 12 de marzo de 1901. Señor Presidente de la Cámara de Comercio de Caracas. Tengo la honra de participarle a usted para que se sirva elevarlo al conocimiento de la Honorable Cámara de Comercio que tan dignamente preside, que en esta fecha quedó instalada la Cámara de Comercio de Barquisimeto y el Estado Lara, cuya Junta Directiva está constituida por el siguiente personal: Presidente, el infrasquito; Vicepresidente, José A. Greson; y vocales los señores W. Matzen, Arístides Braschi y B. Lange. Los suplentes son: por el orden que se indica, los señores B. Lefant, F. Ramos hijo, Nicanor Linarez, Francisco Antonio Bolaños; y Felipe Andonaegui; Tesorero dicho señor Bolaños; y Secretario, el doctor Manuel Silveira. Esta Cámara se propone estrechar las más sinceras relaciones de amistad con la que usted preside y de trabajar de una manera armónica con ella en beneficio de los intereses generales del país. Permítame aprovechar esta oportunidad para suscribirme de usted con toda consideración, obsecuente y seguro servidor. (Firmado) Eduardo Lindheimer…”
Estos fueron los nombres de los comerciantes, que fundaron la Cámara de Comercio del estado Lara, propulsores de un organismo en nuestros días arriba a 123 años de fructífera trayectoria, colaborando a través del tiempo en favor del desarrollo económico regional, conquistando indiscutiblemente el aprecio y el respeto de toda la ciudadanía.
Era un Barquisimeto pequeño, bucólico y gentil, que desde 1891 con la puesta en servicio del Ferrocarril Bolívar, su avance fue creciente al sumarse la comunicación directa con el Puerto de Tucacas, con la envidiable ubicación geográfica de la ciudad, de allí que el eminente sabio tocuyano Francisco Tamayo expresara: “…si Lara es un punto de convergencias, Barquisimeto, es el crisol que polariza el mestizaje de lo nacional…” y es que esa confluencia de factores ha hecho de la ciudad Capital del estado Lara, una gran meseta que siempre tiene sus brazos abierto, para recibir a todo nuevo viajero, sin que llegue a agotarse su capacidad de albergue, convirtiéndola en una ciudad de comercio y servicios por excelencia.
La entonces, Cámara de Comercio de Barquisimeto y el Estado Lara, tuvo una muy fructífera labor, siendo de las propiciadoras de la instalación del Asilo de Ancianos en 1901, siendo igualmente los patrocinantes de la recepción que se le ofreció al Presidente de la República en su visita a Barquisimeto en 1908, a solicitud del propio Ejecutivo del estado Lara, ante la dramática situación económica de aquella época.
Pero quizás, la más memorable actuación de aquellos primeros tiempos, fue en 1902 cuando los seguidores del General Manuel Antonio Matos, sitiaron la ciudad en la procura del poder en su afán por derrocar a Cipriano Castro, en aquellos terribles momentos por los techos de las casas andaban francotiradores de uno y otro bando. Las casas comerciales habían sido saqueadas, las torres de las iglesias se tomaron como baluartes de donde salían lluvias de balas. Se hacían trincheras en las esquinas con adobes, sacos de arena y todo cuanto se hallara a la mano, se destejaban las casas para formar trincheras con las mismas, sobre los propios techos, llegando un momento, en que la Calle del Comercio, luego Avenida 20 y hoy Boulevard 20, fue la línea divisoria entre los dos bandos contrincantes. En la imposibilidad de transitar por las calles, las familias abrieron comunicaciones entre una y otra casa perforando las paredes colindantes internamente.
Ante aquel ambiente de guerra y destrucción a la que estaba siendo sometida Barquisimeto, se nombró una comisión mediadora integrada por el Presidente de la Cámara de Comercio, entonces recién fundada, el caballero francés Eduardo Lindheimer, el honorable hacendado y comerciante don Federico Ramos y el Dignísimo Vicario Capitular, después Obispo de Barquisimeto, Monseñor Dr. Aguedo Felipe Alvarado.
Don Federico Ramos era el portador de la bandera blanca y mientras se internaban en la línea de fuego, Monseñor le recomendaba levantar lo más que pudiese la bandera, a fin de que se divisara fácilmente. De aquel episodio nos hace referencia Eligio Macías Mujica, quien conoció a Monseñor Alvarado y de quien recogió la anécdota; que de pronto estallaron varias detonaciones sobre ellos y el levita con la voz metálica que le caracterizaba, le dijo al Sr Lindheimer : “…don Eduardo rece el Señor Mío en judío, que yo lo voy a rezar en cristiano…”
Aquellos mediadores, dignos representantes de la sociedad civil de aquel entonces, lograron que en la acera Norte de la actual Av. 20 entre calles 24 y 25, en la segunda casa de Este a Oeste, donde por aquellos días estuvo el Club Unión, al lado de la esquina de lo que después fue la célebre Farmacia Lara, que allí se efectuara una conferencia para salvaguardar a la ciudad de más desmanes. Así el General y Dr. Rafael González Pacheco, Presidente del Estado Lara y Jefe de la contienda, salió de la casa de don Federico Ramos, ubicada frente a la acera de la casa dispuesta para la reunión, sólo, sin séquito alguno, chaparro en mano, cruzó la calle y entró a la casa destinada al encuentro, y luego de largo rato salió para organizar la salida de los combatientes contrarios.
Escribe como testigo presencial, Rafael Ángel Arráez, en el diario barquisimetano El Eco Industria de don Lorenzo Álvarez:
“….Poco a poco, por guerrillas que marchaban bajo un claro tremolar de banderas, fue, por flanco libre, saliendo aquel bizarro batallón de decoro, entre un vasto rumor de armas en marcha, levantando con los cascos de los caballos denso torbellino de polvo. Fueron desfilando lentos, indiferentes, sus banderas al aire, arrullados por la música mañanera de una charanga. Los Generales Libertadores presenciaban en una orilla del camino aquel atrevido desfile, en pleno día de sol.
González Pacheco fue el último en abandonar la ciudad. Detrás de la última guerrilla iba él, en su gran caballo moro, firme en la silla vaquera, abrigado en su gabán de terciopelo, debajo del cual se veía resplandecer la guarnición de su espada y sus botas de caballero. Pasó delante de los Generales vencedores y con bravo gesto de paladín, saludo, levantando un poco su sombrero de anchas alas…”
De esta manera, los sitiadores fueron desalojados de Barquisimeto, que comenzó lentamente a sobreponerse de aquellos terribles momentos, gracias al esfuerzo y la voluntad de un barquisimetano preocupado y comprometido con el destino de su ciudad, de un instruido y culto religioso oriundo de Piedra Colorada, y un francés que adoptó esta tierra crepuscular como suya, tres figuras de pensamiento y creencias distintas, pero unidas ante la vicisitud, con lo cual el Presidente del Estado Lara, el General y Doctor Rafael González Pacheco, logró sacar la contiendas a las afueras de Barquisimeto, donde también venció.
Fue Rafael González Pacheco, quien ante los acontecimientos que lastimosamente había vivido la ciudad, ideó la Primera Feria Exposición de Barquisimeto en 1903, para inyectarle aires de confianza a aquella angustiada población y formas de distracción colectiva, elevando las esperanzas de mejores días para este pueblo.
De tal manera que la Cámara de Comercio del estado Lara con encomiable denuedo ha actuado con estrecha vinculación con la ciudad y su gente, a la cual se debe a fin de cunetas, prestando la firma de Eduardo Lindheimer las instalaciones de su almacén, donde tuvo lugar la segunda Feria Exposición de Barquisimeto en 1906, y al sobrevenir la pandemia de la “Fiebre Española” los alemanes de Blohm, dispusieron los amplios espacios de la enorme casona de la esquina suroeste, de la actual Av., con la calle 28, que servía de almacén de ventas al mayor y detal, para levantar allí, un hospital de emergían que ayudara a palear la dramática situación asistencial, ya que el Hospital La Caridad no se daba abasto. Desempeñándose admirablemente, bajo los auspicios de la Cámara de Comercio, el Dr. Juan Alberto Olivares, en una obra que permanece escrita con letras indelebles en la historia de nuestra ciudad.
De la misma forma, la Cámara de Comercio contribuyó como lo mencionamos unas líneas atrás, con la instauración del Asilo de Ancianos Sagrado Corazón de Jesús en 1901, con el Orfelinato de Huérfanos Dr. Ramón Gualdrón en 1917, y del seno de la Cámara fueron los fundadores del Rotary Club en 1939 y el Club de Leones de Barquisimeto, el primero de Venezuela en 1943, y en 1952 la Sociedad Anticancerosa y la Cámara de Industriales del Estado Lara, en 1955 la Sociedad Amigos de Barquisimeto, desde 1955 y hasta 1962 fue factor vital en las gestiones que finalmente llevaron a la promulgación, del Decreto del Ejecutivo Nacional, por el cual fueron creadas las hoy Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado UCLA y la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre UNEXPO. En 1964 jugará un papel protagónico en la fundación de la Asociación de Ejecutivos del Estado Lara, siendo ese mismo año factor terminante en la constitución de la Compañía para el Desarrollo de las Zonas Industriales, COMDIBAR, más luego sobresaldrá con la presentación del proyecto que le dio vida a la Aduana Centroccidental, contándose a su vez entre los entes promotores de la instauración de FEDECAMARAS, en cuyas asambleas siempre ha dejado huella de su presencia la Cámara de Comercio del Estado Lara con sus aportes, como lo reflejan los Boletines de la institución de mayo y octubre de 1955, así como lo ha puesto de manifiesto, las veces que ha sido anfitriona de estas importantes reuniones anuales, como la primera que hace FEDECAMARAS, en 1958 luego de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, por una parte y por la otra las veces que igualmente ha sido anfitriona de las asambleas anuales de CONSECOMERCIO.
Hoy, las condiciones económicas son otras, no son las mimas de ayer, el correr del tiempo ha transformado casi totalmente todos los órdenes establecidos: ideas, principios, prácticas y soluciones. Los crecientes retos a que se enfrenta Venezuela y ante la dinámica de los nuevos tiempos, han llevado a los ciudadanos a situarse en planos diferentes; unos con equivocas actuaciones cuyas consecuencias devastadoras para la nación no tienen paragón en la historia patria, otros tratando de enfrentar con tesón e inquebrantable venezolanidad esos nuevos retos y otros más, los más que ha quedado como nave al garete ante la imposibilidad de encaminarse con acierto hacia un mejor porvenir. Hoy, debemos reconocerlo así, tenemos ante nosotros el reto abierto del más desafiante trabajo edificante, serio y honesto, cuando parece haberse perdido la virtud pública.
Barquisimeto, es una ciudad eminentemente comercial y el único organismo que representa cabalmente toda esa inmensa dimensión, es la Cámara de Comercio del estado Lara, que interpretando los diversos factores que gravitan en tan compleja situación, han decidida con determinación crear una Escuela de Negocios, con el apoyo académico de las universidades más importantes de la región, para desde allí contribuir en la formación de ese nuevo contingente humano que emerge con ímpetu al mundo del quehacer, para que ese quehacer sea útil y productivo, sea honesto y sea de una irreductible responsabilidad social, como lo ha enarbola la Cámara de Comercio del estado Lara, y todo el torrente humano que ha pasado por ella entre directivos y afiliados a lo largo de 123 años.
Siguen incólumes, valores fundamentales, como los expresados por el honorable comerciante y hombre de trabajo Miguel Amador Anzola en 1914, en carta de le escribe a sus hijos:
“…Queridos hijos, (…) todo el que conoce y trata a sus tíos Isaías y Antonio, bajo cuya dependencia están ustedes hoy, todo el mundo exclama: ¡que muchachos tan buenos!, yo quisiera verlos a ustedes coronado también con ese honroso calificativo. (…) Sepan ustedes, que la justicia y la equidad son prendas de gran valor y que quien posee una conciencia libre de todo estigma, lleva un blasón dentro del pecho. El hombre que observa buena conducta, ama el trabajo y por virtud ejerce la caridad, es el que más se acerca a Dios, cualesquiera que sean sus creencias y es también el más liberal, cualquiera que sea su divisa. (…) Tengan en cuenta que la Agricultura es la madre de todas las industrias, para que no desprecien al rustico labriego. Quien surca la tierra y lleva sus frutos al mercado, es tan útil y digno, como el sabio que arranca secretos a la naturaleza, para entregarlos al mundo en obras de beneficio y progreso. (…) No gasten en superfluidades, porque esto es propio de las almas débiles, quiero aconsejarles la modestia, pero no la confundan con el abandono, el hombre de verdadero criterio, lucha primero por lo necesario, lo agradable vendrá después a compensar las privaciones del deber. (…) Colón, Bolívar y todas las celebridades que han llenado el orbe de glorias y de asombro, al recibido en el hogar sus primeras oraciones de fe. (…) Yo anhelo que ustedes sean hombres de alma fina y los ilustro con estas verdades, para que mañana sepan despreciar a esos desnaturalizados que con sus diatribas infernales traten de alejarlos de Dios y del hogar. Si ustedes no corresponden al alto concepto en que los tengo, quisiera verlos muertos, porque de lo contrario se convertirían en zánganos de la colmena humana, amenazadores de la vida y los intereses de la colectividad…”
Lo más extraordinario de esta aleccionadora carta, es su final: “…Bastante lamento no haber pisado las aulas de un colegio, para escribirle sin faltas gramaticales y aunar a mis ideas un lenguaje más técnico y conciso, poro conserven esta carta, que su lectura les será provechosa y cada día la entenderán mejor…”
Estos valores, siguen vigentes, siguen vibrantes y siguen siendo la esencia de pueblo que sabe reconocer a quienes lo empinan hacia mejores destinos, hacia un mejor porvenir, como lo ha hecho desde su vértice, a lo largo de 123 años la Cámara de Comercio del estado Lara.
Barquisimeto, Domingo 17 de marzo de 2024.
Fuentes Consultadas:
Anzola, M. (1914) Carta del Sr. Miguel Amador Anzola a sus hijo. El Informador. 1990, Julio 23. Cuerpo C. Pág. 1C. Barquisimeto. Venezuela.
Azparren, R. (1981) Fundación y Reinstalación de la Cámara de Comercio del Estado Lara. Tipografía Vogue. Barquisimeto. Venezuela.
Cámara de Comercio del estado Lara (1952). Guía Económica y Social del Estado Lara. Editorial Continente. Barquisimeto. Venezuela.
Silva. R. (1941) Enciclopedia Larense. Impresos Unidos Caracas. Venezuela.