“Prefiero ir contra el mundo para cumplir con mi conciencia, que ir contra mi conciencia para complacer al mundo”… Humberto de Campos.-
Ronald…: Saludos cariñosos y abuelísticos, los cuales sé recibirás con agrado, según veo en tu manera de ser.
En la entrevista que te hizo Luis Sojo, estuviste mucho mejor que Luis, especialmente en cuanto al respeto que merece el beisbol y que merecen los peloteros contrarios.
¡Quién sabe por qué ha cambiado Luis!, porque él siempre fue muy respetuoso en el terreno. Quizá sea porque ahora es periodista.
En cuanto a tí, fuiste muy agradable, comprensivo y hasta filosófico. Solo te equivocaste al afirmar que te llamé analfabeta, porque fue todo lo contrario. Mira la frase en cuestión, tal y como apareció…:
“Lo que haces también te ofende a tí, pareces un analfabeta”.
Es decir, si digo que “pareces” es porque no lo eres, solo eso, “pareces”.
Te refieres con respeto y hasta con cariño, a quienes te hacen mal. Acepto si consideras que quise hacerte mal. Pero no fue mi intención. Ni hubiera podido. Todo lo contrario, quise señalarte lo que haces y creo no deberías hacer, de acuerdo a tus enormes facultades atléticas.
Dices que no sabías quién era yo. Pero gracias a la Carta desde el Más Allá te enteraste. Pues, desde tu llegada a Grandes Ligas he publicado, no solo elogiosas columnas, sino páginas enteras ponderando tu calidad de bigleaguer. Y mencionando con admiración y respeto a la más de media docena de peloteros profesionales que ha dado tu gloriosa familia. De eso no te enteraste, ni tenías por qué. No escribo para que me lean los peloteros, sino especialmente para los fanáticos.
Además, estoy obligado a saber todo de tí, porque soy periodista. Pero tú mejor te enteras de qué te tiran los lanzadores, especialmente Jacob deGrom, quien según confiesas es quien te lanza lo más difícil de conectar.
Ronald…: Me pareciste muy agradable. Tanto que deseo conocerte personalmente, por lo que espero me digas dónde y cuándo para salir en vuelo. Pretendo publicar muy poco de lo que hablaremos, quizá una columna.
Te invitaré a comer, y podrás ir con quien quieras. Para que me conozcas, te prometo el regalo de un ejemplar de mi libro “90 Años de edad, 72 de periodismo, 58 dedicados al beisbol”. Por supuesto, no estarás obligado a leerlo. Pero podrás regalarlo o tirarlo por ahí.
Y recuérdalo, no quise hacerte mal. No tengo por qué. Y no te admiro por venezolano, sino por tus habilidades para el beisbol. Como he admirado, entre otros, a Luis Aparicio, Roberto Clemente, Héctor Espino, Tany Pérez, Dennis Martínez, Monte Irving, Mariano Rivera y Sadaharu Oh.
Te deseo lo mejor de lo mejor. Más de un abrazo, Juan Vené.