El expítcher mexicano Fernando Valenzuela, ahora de 60 años, hace 40 revolucionó a la ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos, hasta se convirtió en un ídolo en las Grandes Ligas a través de Dodgers de Los Ángeles y en los años 80 celebraban la Fernandomanía.
Hace cuatro décadas el lanzador pasó de una zona rural mexicana a una de las ciudades más famosas del mundo para una mágica temporada de 1981, que comenzó con un récord perfecto de 8-0, en el inicio de lo que sería un movimiento. Después de 40 años, el exjugador de apariencia convencional, pero con un talento extraordinario, continúa siendo un héroe cultural, una leyenda del béisbol y una figura mítica debido a lo que consiguió en el terreno y la humildad que lo caracteriza.
El pitcheo tirabuzón, que lo hizo famoso, se basa en el movimiento y en la sensación. Comienza en una dirección y de forma inesperada rompe hacia el lado contrario. Cuando es bueno, es increíble, y el momento de ser ejecutado a la perfección, es un lanzamiento difícil de olvidar.
“La gente yo creo que siempre ha tenido mucha paciencia conmigo”, dijo Valenzuela recientemente desde su hogar en Los Ángeles. “Yo pienso que realmente sería bueno que recordaran que uno siempre trató de brindar el máximo para dar un buen espectáculo, para que se divirtieran con este bonito juego y que siempre intenté de ofrecer lo mejor en los juegos en los participaba”.
FERNANDOMANÍA DE 1981
Este año, el oriundo de Navojoa, es parte del equipo de transmisión de radio en español de los Dodgers, junto al narrador y miembro del Salón de la Fama, el ecuatoriano Jaime Jarrín, quien en su momento hizo de traductor personal de Valenzuela durante la Fernandomanía de 1981.
Para entonces, ambos ascendieron como dos figuras latinas importantes, con Jarrín describiendo los logros de Valenzuela para la audiencia de habla hispana en Estados Unidos, Latinoamérica y más. Hoy su enfoque está con los actuales campeones de la Serie Mundial de los Dodgers, pero es inevitable recordar uno de los momentos más celebrados en la historia del béisbol. La temporada en la que Valenzuela cautivó al mundo del béisbol e inspiró a una nueva generación de aficionados.
“Recuerdo a este chico mexicano de 19 años de cabello largo y un poco rellenito llegando al béisbol como una tormenta”, dijo Jarrín, de 85 años, en medio de su 63ra temporada como la voz en español de los Dodgers y el narrador de béisbol con más tiempo activo en el deporte. “Era calmado y tranquilo, pero con mucha confianza e inteligencia. También le gustaba bromear cuando entraba en confianza”.
AHORA ES ABUELO
El Fernando de hoy es un abuelo divertido con un sentido del humor seco y una sincronización perfecta para la comedia. No puede dar cinco pasos por el Dodger Stadium sin que algún aficionado, sin importar la edad, lo detenga. Asiste a todos los juegos, pero le gusta mantenerse en un segundo plano, quedándose en la cabina de transmisiones durante las prácticas, para evitar ser una distracción. Hace mucho comenzó a practicar golf y varios profesionales y amateurs de esta disciplina comenzaron a verlo en campos de diferentes clubes.
Como en los viejos tiempos, todavía le encanta tomar el volante de su Corvette y hacer largos viajes. Valenzuela está en una edad en la que finalmente puede dar un paso hacia atrás y apreciarlo todo desde el espejo retrovisor, pero el mexicano más famoso en la historia del béisbol todavía no le gusta hablar de él o de la Fernandomanía.
¡0.50! DE EFECTIVIDAD
Los números hablan por sí solos: ocho victorias, siete juegos completos y cinco blanqueos, ponchó a 68 y permitió cuatro carreras en 72 episodios para una efectividad de otro mundo: ¡0.50!.
“Soy una persona reservada”, confesó Valenzuela. “Siempre pienso dos veces las cosas que hago o digo y creo que esa es la única manera de conseguir algunas cosas en la vida. Siempre he tratado de ver primero lo que quiero hacer en ciertas situaciones y con ciertas cosas, antes de actuar. Eso me ayudó mucho en mi carrera”.
17.2 INNINGS SIN CARRERAS
Fue un momento histórico que estuvo cerca de no suceder. Valenzuela nunca había abierto un juego de Grandes Ligas cuando recibió el llamado para el Día Inaugural del 1981. Tuvo un corto, pero sólido debut como relevista (ninguna carrera permitida en 17.2 innings) al final de la temporada de 1980, pero seguía siendo un niño de 20 años.
Antonio José Seijas vía Jesse Sánchez, David Venn, Nathalie Alonso, David Venn seguidores de MLB
Foto: Fernando Valenzuela asombró a los 20 años