Este Domingo de Resurrección, el papa Francisco pidió durante la Bendición ‘Urbi et Orbi’ impartida desde el Vaticano, a los responsables de las naciones que «escuchen el grito de paz de la gente».
El Santo Padre definió de “una Pascua de guerra”, este período que comienza este domingo y que se prolongará durante cincuenta días.
Ante las miles de personas que esperaban remarcó que Cristo, ya resucitado, se presenta “en medio de aquellos que lloran por él, encerrados en sus casas, llenos de miedo y angustia.
Una Pascua marcado por la sangre que provocan infinidad de guerras en el mundo: “Nuestras miradas son incrédulas en esta Pascua de guerra. Nuestros corazones se llenaron de miedo y angustia, mientras tantos de nuestros hermanos y hermanas tuvieron que esconderse para defenderse de las bombas” expresó el Sumo PontÍfice..
Asimismo, lamentó que tras más de dos años de pandemia que ha dejado “heridas profundas”. La esperanza por un mundo mejor se ha visto cercenada por una sociedad en la que “tenemos todavía en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo».
Necesitamos al Crucificado Resucitado para creer en la victoria del amor, para esperar en la reconciliación. Hoy más que nunca lo necesitamos a Él, para que poniéndose en medio de nosotros nos vuelva a decir: “¡La paz esté con ustedes!”.
«Que haya paz en la martirizada Ucrania»
El Pontífice insta a los fieles a dejar que la paz de Cristo entre en nuestras vidas y en los estados, recordando especialmente a Ucrania, que desde hace casi dos meses sufre una guerra provocada por la invasión rusa: “Que haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada, dijo.
Que un nuevo amanecer de esperanza despunte pronto sobre esta terrible noche de sufrimiento y de muerte. Que se elija la paz. Que se dejen de hacer demostraciones de fuerza mientras la gente sufre”, imploró Francisco.