Para los educadores del partido Acción Democrática (AD-Ramos Allup) en el Estado Lara, debieran ser los padres y representantes, en común acuerdo con los directivos de cada plantel educativo, los que dieran el visto bueno, o decidieran, en torno al regreso a clases presenciales, tal como lo ha establecido el gobierno nacional.
De esa forma se expresaron por ante nuestras oficinas de redacción los profesores José Mirabal y Virgilio Desantiago, secretario de Educación Seccional de la tolda blanca en esta entidad federal el primero, e integrante del respectivo Buró de Educación Seccional el segundo.
En una declaración escrita por ambos entregada, se señala que dicha apreciación es valedera para tal situación tanto en escuelas y colegios de educación primaria como de secundaria, “e incluso hasta para las universidades, si fuere el caso”.
Destaca el escrito que son numerosos los factores a tomar en cuenta para que el gobierno nacional haya tomado una medida de tal envergadura.
“Por ejemplo” –apunta–, “el regreso a clases está sujeto a contar con alumnos vacunados solventemente, con escuelas que no estén deterioradas, como lo está la mayoría de ellas, y con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad requeridas como consecuencia de la pandemia del coronavirus”.
De igual forma, se denuncia también allí “el alto déficit de docentes que han emigrado a otras tierras en busca de mejor calidad de vida, dada la dificilísima situación económica por la que atraviesan, ante los pírricos salarios que devengan, sumado todo ello al alto índice de estudiantes que abandonan sus estudios, por la misma situación en sus hogares”.
“Convencidos estamos de que los venezolanos tenemos derecho a una educación de calidad en estos tiempos de altos desafíos, y el Estado es el primer garante de ese derecho, pero también el Estado debería ser el primer garante de no permitir más la enorme escasez de agua existente en los diferentes planteles educativos”.
“E igualmente debe garantizar el que no haya los constantes y diarios cortes eléctricos, pero que sí haya un eficiente servicio de Internet, y, como complemento de todo ello, debería también garantizar un salario digno para los educadores de todos los niveles”.
“Recordemos” –finaliza el documento— “que sin docentes no hay educación ni presencial ni a distancia, y sin educación jamás tendremos país…”
Reinaldo Gómez
Gráfica: Carlos Mendoza