La Destrucción del Valle del Turbio
es tan sólo una muestra
de la depredación de la Sierra de Portuguesa
PARTE II.
(Viene de PARTE I…) La construcción de viviendas que se están realizando en pleno valle y en las márgenes del otrora navegable Rio Turbio, y que presumimos, se están ejecutando sin aprobación y por ende, sin supervisión por parte de las autoridades a quienes compete controlar el cumplimiento de las más elementales normas legales y de ingeniería; así como de aquellas autoridades a quienes corresponde la preservación de las vidas humanas, hace presumir el riesgo de una catástrofe, el aumento indiscriminado de la contaminación del río y la violación del “Estado de Derecho en materia ambiental.”
Un fehaciente ejemplo de la magna depredación lo constituye la extracción de arena del lecho seco y gris del rio que nace al sureste de la población de Cubiro y que, “cuando lleva un hilillo de agua”, es tributario del río Cojedes, de quien forma parte, al tomar el nombre del estado por el cual atraviesa acompañado por el río Buría, el estado Cojedes; y de allí, se rinde a las aguas del río Portuguesa; para desembocar en el río Apure y llegar hasta el río Orinoco.
Si tomamos como guía las enseñanzas del, inmerecidamente poco conocido, “Dr. Juan Carlos Sánchez,” venezolano, galardonado con el “Premio Nobel de la Paz, 2.007”; el cual fue compartido con el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore y el Panel Intergubernamental de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en idioma inglés) podríamos decir qué:
“Todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de parar el cambio climático causado por los seres humanos, especialmente, por la producción de dióxido de Carbono (CO2) principal gas de efecto invernadero.”
“Son múltiples sus consecuencias, entre ellas podemos resaltar la mayor frecuencia de los cambios climáticos extremos, principalmente, lluvias torrenciales que ocasionan inundaciones, crecidas y deslizamientos de terrenos con daños a viviendas, carreteras y otras infraestructuras, pérdidas de vidas humanas, cultivos y un número significativo de damnificados. En este caso, lo que se observa es una correlación o coincidencia entre el aumento de la temperatura y el aumento de eventos negativos; aún no se dispone de la suficiente información para establecer la relación causa-efecto.
Luego, la proliferación de los vectores transmisores de enfermedades infecciosas como Dengue, Malaria o Mal de Chagas, observándose un repunte de estas enfermedades en años recientes. El aumento de la temperatura incide en la actividad reproductiva de los vectores (Mosquitos, chipos y otros).
Hacia mediados de siglo, si no se frenan las emisiones de gases, se estima que la temperatura del país aumente 2º C y la precipitación total anual disminuya un 5% con respecto a los valores actuales; eso repercutirá en graves consecuencias sobre el bienestar económico y social de buena parte de los venezolanos; porque la salud humana, así como el agua, la producción de alimentos, los ecosistemas costeros, y numerosos asentamientos humanos de viviendas son muy sensibles a las variaciones del clima y se van a ver muy afectados. Asimismo, veremos la extinción de especies (Principalmente batracios y especies marinas) cuyos hábitats sean degradados. El cambio climático representa una carga adicional sobre todos estos elementos que, actualmente, ya se ven intervenidos, adversamente, tanto por la demanda creciente de recursos naturales extraídos de los ecosistemas, como por el uso de prácticas inadecuadas de manejo y por la contaminación ambiental…”
CONTINUARÁ…
Los funcionarios que aceptaron la autoridad para proporcionar un buen servicio eléctrico, deben cumplir, inexorablemente, con su responsabilidad, a fin de parar los daños físicos y mentales que les están ocasionando, especialmente, a los niños y los adultos mayores; así mismo, se exige restablecer el servicio normal de Internet. La facturación aumenta mientras el servicio es de pésima calidad.