La empresa estadounidense, Tesla, propiedad del empresario Elon Musk, afronta una nueva polémica, en este caso en relación con la privacidad de sus clientes, luego de que se conociera que empleados de la compañía difundieron imágenes íntimas de algunos propietarios, las cuales eran obtenidas de las cámaras de seguridad incorporadas en los automotores.
Esto ha generado una brecha de confiabilidad y seguridad que hunde la reputación de Tesla, que había garantizado a sus millones de usuarios que las cámaras de conducción automática estaban diseñadas para guardar la privacidad de los clientes.
«Se han difundido vídeos en situaciones íntimas en los que se identificaban juguetes sexuales (…) Había mucho contenido del tipo del que yo no querría que nadie viese jamás”, señaló uno de los afectados a la agencia Reuters.
Los trabajadores han confirmado a Reuters que son capaces de averiguar la locación de esas imágenes, lo que es un riesgo bastante evidente contra la privacidad y seguridad de los conductores y sus acompañantes, incluso, se ha mencionado la posibilidad de que estos dispositivos sigan registrando momentos con el carro apagado.
«Me molesta porque no creo que las personas que compran el automóvil sepan que su privacidad no es respetada», expresa otro usuario molesto.
Asimismo, uno de los empleados de Musk expresó: “Podíamos ver el interior de los garajes de las personas y sus propiedades privadas (…) Digamos que si un cliente de Tesla tenía algo en su garaje que era distintivo, ya sabes, la gente publicaría ese tipo de cosas».
Hasta el momento, la compañía no ha dado un veredicto al respecto y se espera que en el transcurso de la semana se “tomen medidas correctivas”. Además, han expresado que esos contenidos no han sido publicados y que se mantienen anónimos, pues pudieron haber sido utilizados para el entrenamiento de los sistemas de inteligencia artificial de los vehículos.
Fuente: El Tiempo, vía Reuters