El riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular (ECV) está asociada a una alimentación poco saludable, poco consumo de frutas y verduras y un consumo elevado de sal, azucares y grasas, eso contribuye a la obesidad y el sobrepeso que a su vez son factores de riesgos.
Cada año fallecen más personas por ECV que por cualquier otra causa, según la Organización Panamericana de la salud.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y responsables del 31% de decesos en el mundo, pero además acarrean altos costos de salud pública y limitaciones de acuerdo con la OMS, citó el licenciado en nutrición Atagualpa Mejías, especialista en soporte metabólico y nutricional.
Explicó, que existe factores que influyen en las enfermedades cardiometabólicas como la hipertensión arterial, diabetes, dislipidemias (colesterol y triglicéridos) altos, que a largo plazo causan daño renal, infarto al miocardio y enfermedad cerebrovascular (ACV).
Estas son denominadas enfermedades no trasmisibles crónico degenerativas, sin embargo, el riesgo se puede mitigar a través de la prevención primaria, es decir controlando las causas.
En ese contexto, al paciente hipertenso se le debe indicar tratamiento nutricional de manera adecuada y oportuna para controla los niveles de tensión arterial.
De acuerdo con las academias de cardiologías –citó el nutricionista- se recomienda consumir menos de cinco gramos de sal al día y aumentar la ingesta de vegetales y frutas, porque son ricos en potasio y tiene un efecto protector a nivel cardiovascular.
Asimismo, ácidos grasos omega 3, como son los aceites de oliva y de canola y si no están al alcance del presupuesto se pueden sustituir por maní en concha y aguacate, detalló.
Hipertensos y diabéticos a temprana edad
Consultado acerca de las personas más propensas a desarrollar la enfermedad, Mejías respondió que antes se hablaba de que quienes tenían mayor riesgo de sufrir hipertensión y diabetes eran personas mayores de 50 años.
Sin embargo, en la actualidad se está observando que personas a edad temprana están padeciendo esas patologías relacionadas con la falta de actividad física y malos hábitos alimenticios. Además, del consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas.
Resaltó que “es importantísimo” en pacientes con sobrepeso y obesidad reducir entre 10% y 15% de su peso y lo que se recomienda actualmente son dietas bajas de carbohidratos, que consiste en restringir el consumo de harinas, almidones y azúcares.
Aunado a que el paciente haga ejercicio o camine 45 minutos cinco o seis días semanales porque se acelera el metabolismo y de esa manera reduce peso y masa corporal, explicó.
Respecto las personas que sienten deseo de comer todo el tiempo, expresó que puede ser ansiedad y se debe hacer una evaluación clínica que incluye exámenes de laboratorio y hacer un trabajo en equipo con el médico internista, cardiólogo y el nutricionista para determinar si hay problemas de índole metabólico.
En caso que haya una condición de salud como resistencia a la insulina se debe referir al médico endocrinólogo para el manejo farmacológico en caso de que el paciente lo requiera.
Dietas de ayuno y Keto
El nutricionista Atagualpa Mejías comentó que existen dietas como ayuno intermitente (“fasting”) y la dieta Keto que se deben llevar de la mano de un profesional porque son planes de alimentación son individuales.
Ello exige hacer un análisis del peso, estatura y condiciones de salud del paciente para indicar al paciente una dieta sana, variada y balanceada adaptada a las necesidades de cada paciente y sobre todo, en este momento, adaptada a su realidad económica del paciente y de esa manera cumpla el tratamiento nutricional.
Resaltó que con el avance de las tecnologías y las redes sociales, circula muchísima información. No obstante, el especialista advirtió que éstas pueden ser “muy buena, regular y muy mala».
Por tanto, se debe tener cuidado con la fuente para evitar información errada, como por ejemplo que los carbohidratos son malos y no es verdad. Sólo que se deben consumir en cantidades controladas.
También advirtió sobre la venta de “productos milagrosos” para perder peso, curar cáncer, diabetes e insistió en ser diligente en la búsqueda de información.