El observatorio Kapé-kapé reportó en su boletín número 13 que en el mes de marzo se registraron 80 casos de malaria en la zona minera de Ikabarú, en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar.
Comunidades como Hacha Merú, Hacha Ken, Wamewaken, San José de Wadamapa y Parkupik, mantienen alertas de epidemias constantes, según lo reporta el portal de El Pitazo.
Estas comunidades poseen la presencia de tres ambulatorios, un Centro de Diagnóstico Integral y el Hospital Rosario Vera Zurita, sin embargo, estos no poseen la capacidad para tratar las epidemias desencadenadas en la región.
Los habitantes de las comunidades indígenas de la Gran Sabana denuncian la falta de atención médica y la dotación de medicamentos para tratar simples enfermedades como la diarrea, el vomito y la gripe, ademan también de los tratamientos contra la malaria, afirma el portal.
“En estos centros de salud es una constante la falta de atención médica, ya sea por la escasez de medicina, ausencia de insumos o personal médico”, indica la Organización No Gubernamental (ONG) mediante el boletín.
“En las comunidades indígenas hoy más que nunca se evidencia una marcada morbilidad de enfermedades prevenibles como el sarampión, tuberculosis y malaria, infecciones respiratorias agudas, sobre un sustrato más preocupante en estas comunidades, como lo es la destitución aguda y crónica de muy alta prevalencia que hace que su impacto sobre la mortalidad sea mayor”, expone también el documento.