Entre lágrimas, Sergio Ramos se despidió este jueves del Real Madrid, subrayando que su deseo era quedarse pero que el club tomó la decisión de no renovarle su contrato.
El zaguero central expuso en una rueda de prensa que inicialmente quería una extensión de dos años y no la oferta de un año que le propuso el club, pero que eventualmente había aceptado el acuerdo de una temporada con una rebaja de salario. Afirmó que tanto él como sus representantes quedaron sorprendidos cuando el Madrid les comunicó que la misma había caducado.
“Quizá no entendí bien. No había un problema económico. En las últimas charlas, acepto la oferta de un año, pero se me comunica que ya no se podía, que tenía una fecha de caducidad y yo no me había enterado”, afirmó el excapitán merengue.
Ramos reconoció que llegó a decirle al Madrid que se pusieran a planificar un futuro sin él, más que nada al considerar que nadie debe estar por encima del club en una negociación y no por un deseo expreso de marcharse.
“Nunca me he querido ir y nunca fue un tema de dinero. Era de años porque quería tranquilidad y continuidad”, subrayó. “Siempre he dicho en mi entorno más cercano que este era un matrimonio perfecto”.
De todas formas, Ramos dio las gracias al club y lamentó no haberse podido despedido de la afición en el estadio Santiago Bernabéu por la pandemia de coronavirus.
El defensor de 35 años, que se marcha como agente libre, se expresó entusiasta sobre su futuro, aunque no dio pistas sobre su próximo equipo.
«Ahora tengo que buscar la felicidad, otro equipo e intentar rendir al máximo nivel para intentar añadir más títulos a mi palmarés”, dijo.
DS con información de AP/Foto: AP