“La decisión inicial de que Acción Democrática (AD) no participase en las venideras elecciones parlamentarias nacionales del país fue tomada de forma arbitraria y unipersonalmente por el hasta hace poco secretario general nacional del partido, Henry Ramos Allup, y eso fue lo que originó el distanciamiento entre él y Bernabé Gutiérrez, quien, a su vez, para el momento del rompimiento, era el secretario nacional de Organización”.
La anterior manifestación provino del ingeniero Rubén Morales, dirigente regional de la tolda blanca en el Estado Lara, y a quien, por cierto, se menciona con insistencia en los mismos corrillos adeístas locales –aun cuando él no lo ha admitido- como cabeza interventora de dicha organización política en esta entidad federal.
Aseverando que “ante tantos infundios y mentiras por parte del sector que comandan Ramos Allup y el ex vicepresidente nacional, Edgar Zambrano, de que Gutiérrez y quienes le respaldan negociaron y se vendieron al gobierno, creo que ya es hora de que el país, pero sobre todo la militancia adeca, conozcan lo que verdaderamente ocurrió”-
-Es que, si de negociar con el gobierno se trata –destacó-, aquí en Venezuela es difícil encontrar quiénes más hayan negociado con el régimen que Ramos Allup y Zambrano, y sobre todo el primero de ellos.
Así, en una larga y detallada declaración que trataremos de resumir, Morales recordó que tanto Zambrano como Ramos Allup pretenden descalificar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y lo tildan como bufete privado del gobierno, “pero se les olvida y se cuidan de decir que ellos tienen allí a dos fichas, es decir, a dos magistrados, puestos por ellos mismos”.
-Pero esas negociaciones añadió– también llegaron al Consejo Nacional Electoral (CNE), “y no desde ahora, por cierto”.
Así, recordó que, en el año 2.003, Ramos Allup y Zambrano –según sus palabras– negociaron con el para entonces Movimiento Quinta República (MVR) la composición del CNE, que quedó constituido por Jorge Rodríguez, Oscar Bataglini y Francisco Carrasquero, del partido de gobierno, y por Ezequiel Zamora, pro adeco, y por la ahora esposa de Zambrano, Sobella Mejías, “sin que ninguno de los cinco hubiese pasado por ningún comité de postulaciones y sin que por lo menos hubiese habido un acuerdo nacional al respecto”.
-Resulta luego que, en el año 2.006, Tibisay Lucena y Sandra Oblitas tenían vencidos sus períodos respectivos, y debían ser reemplazadas, pero, cuando se efectúa la sesión de la Asamblea Nacional (AN) para tal reemplazo, tres diputados de Un Nuevo Tiempo, Adolfo Superlano, William Barrientos y el llamado Mazuco, extrañamente no se presentaron y rompieron la mayoría lograda para designar tales reemplazos.
–Por ello, la AN cayó en omisión legislativa, y fue cuando el TSJ procedió entonces a designar el consejo rectoral del CN, y, obviamente, ni corto ni perezoso, ratificó a Lucena y a Oblitas.
-Por cierto: El Comité de Postulaciones de la AN para ese momento lo presidía Juan Guaidó. ¿Qué casualidad, verdad?
Destacó que, aún así, desde entonces, AD, en negociaciones con el propio TSJ, “ese mismo al que Ramos Allup y Zambrano llaman bufete privado del régimen”, logró, mediante negociaciones con los propios Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el control de la importante Dirección de Partidos Políticos del CNE, del año 2.000 al 2.007 con Luis Emilio Rondón; del 2007 al 2.018, con Juan Carlos Delpino, y a partir del 2.018 y propuesto por el propio Ramos Allup, con José Luis Gutiérrez, el hermano de Bernabé Gutiérrez, hoy rector principal del CNE.
-En ese momento –precisó—, todo estaba listo para que Ramos Allup anunciara al país que AD sí participaría en las venideras elecciones parlamentarias del 6 de diciembre próximo.
-Pero –recalcó–, “el serrucho se trancó” cuando Ramos Allup recibió una llamada de Carlos Vecchio, embajador de Juan Guaidó en Estados Unidos, quien le dijo que, según le manifestó el alto funcionario Elliot Abrams, el presidente de ese país, Donald Trump, le había impartido precisas instrucciones a éste en el sentido de que, si ello ocurría, entonces se le podían bloquear o confiscar las cuentas o los bienes multimillonarios de los familiares directos de Ramos Allup, vale decir de su cuñado, de su suegra y de sus hijos, en el país del norte
-Fue entonces –explicó– cuando Ramos Allup, unilateralmente y sin consultar con nadie, decidió por cuenta propia anunciar que AD no participaría en las elecciones parlamentarias.
-Fue ésta –prosiguió– una decisión que Bernabé Gutiérrez no compartió y fue en ese momento cuando se produjo el rompimiento definitivo entre ambos dirigentes, en primer lugar, porque no se le consultó a nadie en el partido, y, en segundo lugar, porque, además, Bernabé no tiene cuentas ni bienes millonarios ni en Estados Unidos ni en ningún otro país, pero ésa es la historia que no cuentan ni Ramos Allup ni Zambrano.
Reinaldo Gómez