Julio Anzola, tesorero de Fedecámaras-Lara y productor agropecuario, desnuda la difícil situación que afrontan quienes crían y cultivan en Lara y en el país
Reinaldo Gómez. “Mientras no se contenga –e incluso se baje– la inflación galopante que padece Venezuela, y que cada día parece agudizarse más, los precios de todos los productos alimenticios, y no solamente el de la carne, continuarán en alza constantemente, casi que semanalmente”.
El anterior aserto provino de Julio Anzola, tesorero de Fedecámaras Lara y productor agropecuario de esta entidad federal, al hablar en torno a la materia.
-El problema fundamental de Venezuela –aseveró luego– es que, mientras se mantenga la gigantesca hiperinflación que estamos viviendo, y que pareciera ser indetenible, es imposible pretender que todos los productos alimenticios, y de manera especial los cárnicos, que tanto gasto ocasionan para su producción, no vean incrementados enormemente sus precios, y todo ello dentro del marco macroeconómico el país.
-Y en el caso específico nuestro, es decir, el de los productores de carne, todo -o casi todo- lo que adquirimos depende del dólar, y eso trae para el rubro carne implicaciones directas y muy, muy grandes en los precios del producto, por lo que, insisto, no está en la realidad de alguien sensato o con cuatro dedos de frente el que la carne no incremente su precio constantemente.
La inseguridad
-Otro factor que también conspira contra nosotros los productores de carne, pero también contra todos los productores agropecuarios en general en el país -prosiguió-, es el problema de la inseguridad en el campo, en donde, curiosamente, la abundancia delictiva ciertamente es la de los robos menores, pero también es cierto que el detalle en relación a los mismos es que son constantes y continuados, lo que, obviamente, también no deja de ocasionar abundantes pérdidas al sector, aparte de otros problemas colaterales.
Créditos impagables
Cuando le preguntamos a Anzola cómo se hallan en estos momentos los productores de carne en relación a los créditos bancarios, expresó:
-Mira: Ciertamente, los bancos están concediendo todavía créditos, pero el asunto no está en que otorguen o no créditos, sino en que los conceden, sí, pero a tasas de interés realmente altísimas, lo que convierte a esos créditos prácticamente en impagables.
–Es que –dijo– el Banco Central de Venezuela incrementó el encaje, y entonces, del valor anterior que éste tenía, que creo era del 20 por ciento si no estoy equivocado, lo elevó hasta un ciento por ciento, y ésa es una de las razones por las cuales el dinero en efectivo ha disminuido en el mercado hasta casi desaparecer en muchos casos.
-Por supuesto, los bancos, conscientes de esta realidad, desde hace ya un tiempo para acá, se han visto imposibilitados de otorgar créditos a los productores en forma amplia, como lo hacían antes. Y vaga la pena señalar que esta situación es la misma tanto para la banca pública como para la banca privada.
-Otro detalle es que, como todo se ha visto afectado por este proceso inflacionario tan acentuado, tenemos entonces que, muy especialmente en el caso de los insumos para la producción primaria, solamente el saco de fertilizantes para pasto o para otras siembras se compra –o lo compramos– en estos momentos a un precio de Bs. 300.000 cada uno. Imagínate tú entonces el costo de los otros rubros de la producción, sin contar el costo de la mano de obra, y entonces échale lápiz a todo eso, a ver a cuánto asciende.
-Pero es que, para colmo de males, dada la situación país que estamos viviendo desde hace ya varios lustros, ahora resulta que nosotros los productores vendemos en bolívares, pero, ojo, compramos en dólares. O sea, algo así como un “David contra Goliath económico”. ¿Qué tal…? ¿Quién puede soportar una situación así, y hasta cuándo…?
Otros factores
Quiso igualmente Anzola agregar otros factores que también inciden “muy negativamente” en la producción tanto agrícola como pecuaria del país.
-Por ejemplo –destacó–, el problema de los apagones es uno de los que más ha golpeado al sector, de manera muy especial a los productores de leche. Recuérdese no más que la leche líquida debe permanecer en enfriamiento desde el momento mismo del ordeño de la vaca. Luego, es fácil deducir a cuánto habrán ascendido las pérdidas sufridas por los productores de leche tanto por los apagones gigantescos, los prolongados, que ha habido este año, sumado todo ello a los cortes programados, que, por cierto, no tienen hora ni lapso de duración fijos, así como tampoco nos han dicho durante cuánto tiempo se van a prolongar, porque de lo que hablaron fue de que podrían durar un mes, o dos meses, o hasta un año. Imagínate tú.
-Igual ocurre con el problema de la escasez de gasolina, que ha ocasionado, y sigue ocasionando, pérdidas bastante considerables a los productores por las constantes y muchas veces prolongadas pérdidas de tiempo debido a esa situación.
-Asimismo, como consecuencia del desgaste lógico y hasta natural, pero también debido a la falta y escasez de repuestos, el 80 por ciento de la maquinaria agrícola en el país, o por lo menos en el estado Lara, se halla paralizado y hasta en franca vía de deterioro.