Los incendios forestales que azotan desde el pasado fin de semana a Portugal han cobrado ya la vida de al menos siete personas, tres de ellas bomberos, además de una veintena de heridos y miles de hectáreas quemadas.
El Gobierno portugués ha declarado este martes la situación de «calamidad» en los municipios afectados, y no descarta recurrir al Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (UE).
La medida ha sido adoptada en un consejo de ministros extraordinario, y permitirá adoptar medidas excepcionales para prevenir, actuar o restaurar la normalidad. El primer ministro, Luís Montenegro, ha prometido además el castigo para los pirómanos.
«No vamos a escatimar esfuerzos en la acción represiva. No podemos perdonar a quien no tiene perdón», ha declarado.
Según medios locales actualmente hay en curso 65 incendios, con mayor incidencia en las regiones Norte y Centro del país, que han provocado también medio centenar de heridos. La autoridades han desplegado un total de 5.000 efectivos, además de 1.700 medios terrestres y 29 aéreos.
El comandante André Fernandes ha explicado en una rueda de prensa en Oeiras que las tres víctimas son dos mujeres y un hombre que han muerto después de que el vehículo en el que estaban fuera alcanzado por las llamas cuando iban a luchar contra un fuego en Nelas.
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Por su parte, el segundo comandante nacional de Protección Civil, Mário Silvestre, ha confirmado a los periodistas la muerte de otra persona, sin ofrecer más detalles, aunque los medios locales han avanzado que se trata de un civil.
Con información de Agencias