(AP).- “Ahora resulta que eran unos buenos muchachos, turistas, que estaban paseando y que fueron capturados”, dijo este lunes el 16-Sep, el presidente Nicolás Maduro, en relación a los dos españoles que fueron detenidos por su presunta participación en un plan para desestabilizar a su gobierno y atentar contra su vida.
Maduro señaló, sin presentar evidencias, que le “llama mucho la atención” que “el CNI (siglas del Centro Nacional de Inteligencia) español entra en operaciones contra Venezuela”.
Un día antes, el ministro de Asuntos Exteriores de España rechazó que su país participe en una “operación de desestabilización política” en Venezuela y desmintió que los detenidos —identificados como Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, de 32 y 35 años, respectivamente— tengan alguna relación con el CNI o cualquier otra organización estatal española.
El gobierno venezolano denunció el sábado un supuesto plan para asesinar a Maduro y a otros funcionarios de Estado. El ministro de Relaciones Interiores de Venezuela, Diosdado Cabello, afirmó en rueda de prensa que los cuerpos de seguridad detuvieron a 14 personas —entre ellos los dos españoles, tres estadounidenses y un ciudadano checo— que formaban parte del presunto intento de asesinato.
Cabello identificó a uno de los estadounidenses como Joseph Castañeda Gómez, a quien se refirió como miembro de la Armada de Estados Unidos y acusó de pertenecer a un “equipo de mercenarios”.
El ministro señaló que un trabajo de inteligencia y rastreo dio como resultado la incautación de 400 fusiles y pistolas que serían utilizados para provocar actos violentos en territorio venezolano, afirmó.
El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró el sábado a The Associated Press que las acusaciones de un complot para derrocar a Maduro “son categóricamente falsas” y agregó que su gobierno está a favor de una solución democrática a la crisis política en la nación sudamericana.
Adicionalmente, Washington confirmó la detención de un militar estadounidense y dijo que tiene conocimiento de otros connacionales aprehendidos. Estados Unidos sigue de cerca la situación, añadió.