Angélica Romero Navas
Los cortes programados de electricidad que por un tiempo vivieron los venezolanos, regresarán y por tiempo indefinido, aseguró el ingeniero electricista Joe Carrillo, presidente por el estado Lara de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y carreras afines.
Con el apagón en 16 estados del país, ocurrido el 15 de octubre, por una explosión y posterior incendio en la subestación La Arenosa, en Carabobo, queda en evidencia la crisis eléctrica que enfrenta Venezuela por la falta de inversión y mantenimiento en el sector eléctrico, apuntó el especialista.
Después de esto, «el Estado va a retomar los racionamientos programados porque la Arenosa ya no está funcionando igual. De hecho, ya lo está aplicando. En todo el país se han reportado fluctuaciones en el servicio de electricidad».
Las teorías de intrusión de animales (iguanas) y actos terroristas para sabotear las gestiones gubernamentales quedan desmontadas con un rápida mirada a las plantas termoeléctricas que se construyeron en el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez y que hoy están en estado de abandono.
En el estado Lara está una evidencia: la planta de generación Argimiro Gabaldón. Construida entre los años 2005 y 2008, el Gobierno dispuso 100 millones de dólares para su ejecución, allí se instalaron tres turbinas que alimentarían al sistema eléctrico nacional.
Carrillo indica que esta planta pudo aportar 120 megavatios al estado Lara y tener, al menos, 25 años de funcionamiento antes de requerir sustitución de equipos, sin embargo, sólo funcionó dos años y cuatro meses.
Desde el 2010 la planta está «en mantenimiento», les dijo un trabajador este miércoles a los diputados de la Asamblea Nacional por el estado Lara, Macario González, María Teresa Pérez y Guillermo Palacios, quienes quisieron evidenciar el estado de abandono de la megaestructura.
Se conoció que al menos una veintena de ingenieros realizan trabajos esporádicos en la planta. Trabajos por los que reciben una recompensa monetaria por parte del Gobierno, pero que -hasta la fecha- no benefician ni a los larenses, ni al resto del país.
«Lo que pasa es que muchos de estos equipos ya no tienen reparación porque eran usados, sale mejor comprarlos nuevamente y eso es una inversión muy grande» soltó un trabajador.
La planta está enmontada y hasta el personal de seguridad interno ha renunciado, dijo la fuente. Hasta ahora, ni un sólo funcionario del gobierno de Nicolás Maduro ni del ministerio para la Energía Eléctrica se ha apersonado en la Argimiro Gabaldón.
Los diputados que realizaron la visita no pudieron ingresar a la planta, pero desde su fachada, le exigen al Gobierno nacional que explique la desidia en este proyecto y que invierta en la obra, que pudiera solventar parte de las debilidades en materia eléctrica que hay en el país.