El gobierno de Venezuela y la oposición llegaron a un acuerdo sobre nuevas condiciones electorales que, una vez firmadas el martes, permitirán aliviar algunas de las sanciones energéticas de Estados Unidos contra la administración del presidente Nicolás Maduro, de acuerdo con una persona familiarizada con el plan.
El gobierno de Venezuela acordó abrir el proceso electoral en el país sudamericano, lo cual incluye permitir observadores de la Unión Europea y que se avance en un plan para levantar las prohibiciones que han impedido a sus principales oponentes postularse para la presidencia, en un intento de nivelar lo que varios consideran como un terreno del juego desequilibrado, dijo el lunes la persona.
Si Maduro no cumple su parte del trato, las sanciones se impondrán nuevamente, según la persona, quien pidió no ser identificada como condición para discutir el acuerdo antes de su firma.
Representantes del gobierno de Maduro y de un sector de la oposición tienen previsto reanudar el martes el diálogo —bajo la mediación de Noruega— en Barbados, informó la embajada noruega en México.
La representación diplomática señaló en un comunicado divulgado en su cuenta de X que el gobierno y representantes de la Plataforma Unitaria Democrática “han decidido retomar el proceso de diálogo y negociación, facilitado por Noruega, con el objetivo de llegar a un acuerdo político”.
Maduro confirmó el lunes que su gobierno y una parte de la oposición estaban en el umbral de una nueva ronda de acercamientos para iniciar los diálogos suspendidos.
“Puedo decir que esos acuerdos serán muy beneficiosos para la paz, aunque la paz hay que cuidarla; serán muy beneficiosos para las venideras elecciones, muy beneficioso porque sencillamente activamos y reactivamos las garantías electorales” que las leyes venezolanas ofrecen, dijo.
México fue sede de múltiples rondas de conversaciones en 2021 y 2022.
Cuando las partes se reunieron por última vez, en noviembre de 2022, acordaron crear un fondo administrado por la ONU para financiar programas de salud, alimentación y educación para los pobres, mientras que el gobierno de Estados Unidos acordó permitir al gigante petrolero Chevron operar en territorio venezolano.
Colombia y otros países han intentado en los últimos meses que reanuden las negociaciones entre las partes, pero Maduro ha exigido que Estados Unidos retire las sanciones económicas y descongele los fondos venezolanos retenidos en el extranjero como condición para retomar las conversaciones.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, recibió con agrado el anuncio de negociaciones en Barbados y señaló en un comunicado que el gobierno de Estados Unidos “continuaría sus esfuerzos para unir a la comunidad internacional en apoyo del proceso de negociación liderado por Venezuela”.
El lunes más temprano, un funcionario estadounidense que solicitó el anonimato para discutir las negociaciones, dijo que no había ningún “acuerdo” entre el gobierno de Estados Unidos y Venezuela.
El funcionario dijo que la administración Biden apoyaba las negociaciones lideradas por Venezuela y estaba preparada para aliviar las sanciones en respuesta a acciones concretas rumbo a la realización de elecciones competitivas.
La crisis política, social y económica en Venezuela ha evolucionado en la última década y desde la caída global en el precio del petróleo, el recurso más valioso de Venezuela, a lo cual se sumó la mala gestión por parte de la administración venezolana y la represión gubernamental de opositores.
Un breve período de relativa estabilidad económica se vio sacudido recientemente por el aumento de los precios de los alimentos, el cierre de empresas y otra ola de emigración.
Algunos miembros de la oposición venezolana celebraron el anuncio de Noruega.
Luis Florido, un exlegislador opositor exiliado, dijo en X que sólo a través de negociaciones los venezolanos podrían restaurar la democracia a través de las urnas.
“No se obtendrá todo lo que se aspira, pero se avanzará”, señaló.
La presencia de observadores electorales, sin embargo, no ha servido para evitar que el gobierno aplique viejas tácticas. La Unión Europea envió a decenas de observadores a Venezuela para las elecciones regionales de 2021, que muchos recuerdan por la decisión del gobierno de descalificar a un candidato a gobernador de la oposición cuando los resultados mostraron que estaba por delante de uno de los hermanos de Chávez.
Los representantes de la Plataforma Unitaria Democrática han dicho anteriormente que nunca se levantaron de la mesa de negociación.
La Plataforma Unitaria ha exigido que se cumpla el memorando de entendimiento, que contempla la celebración de elecciones libres, que no haya presos ni perseguidos políticos, que cesen las violaciones a los derechos humanos y que se generen condiciones para recuperar la economía.
La Plataforma también exige al gobierno levantar las inhabilitaciones, entre ellas, la de la exlegisladora María Corina Machado, quien es la favorita a ganar las primarias del próximo domingo en las que se elegirá un candidato unitario opositor que enfrente a Maduro en los comicios presidenciales previstos para el 2024.
En Venezuela, la inhabilitación política es una pena accesoria que aplica cuando existe una sentencia judicial firme por un hecho punible cometido por una persona y se determina que, además, incurrió en abuso de poder, del cargo, entre otros casos previstos en las leyes locales.
Nunca hubo una sentencia firme de algún tribunal venezolano que avalase la inhabilitación.
Jorge Rodríguez, jefe de la delegación del gobierno de Maduro y presidente de la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, también ha expresado que considera un punto de honor que se cumpla con el hasta ahora único avance importante de esos diálogos en la capital mexicana: un acuerdo que contempla la creación de un fondo, que sería administrado por las Naciones Unidas, para atender la compleja crisis social del país sudamericano.
El fondo, que se nutrirá de más de 3.000 millones de dólares de activos del Estado venezolano congelados en el exterior, hasta ahora no ha sido activado.
El anuncio sobre la reactivación de los diálogos en Venezuela se da a pocos días de las elecciones primarias previstas para el 22 de octubre en las que los sectores opositores elegirán a un candidato único que se enfrentará a Maduro en los comicios presidenciales de 2024.
AP