La ahora no tan pequeña Greta Thunberg le lanzó una verdad muy descarada al mundo durante la presentación su obra “El Libro del Clima” cuando dijo «Las Cumbres del Clima (COP) son una estafa». Además, afirmó que precisamente la edición 27 Egipto es una de las más descaradas, ya que se trata de un país “paraíso para turistas, que viola sistemáticamente los derechos humanos».
Desde una visión más criolla y al ver la agenda bastante improvisada de Nicolás Maduro, la cual le permitió tener un derecho de palabra en el evento para decir cosas como: “los países de Suramérica tienen la responsabilidad de detener la destrucción de la Amazonía e iniciar un proceso de recuperación coordinada, eficiente, consciente y activa”. Palabras expresadas por el responsable el que se conoce como el “ecocidio” más grave que tiene Venezuela, como es el Arco Minero del Orinoco, que está a punto de convertirse en una de las catástrofes ambientales más lamentables para el país, amenazando incluso la vida de nuestros “pueblos originarios” sin contar con la biodiversidad única que ofrece nuestro país al mundo.
Lo más seguro es que la pequeña Greta no conozca al sucesor de Chávez, pero lo cierto es que sus palabras parecen estar dirigidas a él: “Las Cops se han convertido en una ocasión para que los poderosos mientan, engañen y hagan el lavado verde (…) El cambio no vendrá desde el poder porque la política, tal y como funciona en este sistema, es una manera de perpetuar el statu quo”, enfatizó a la prensa.
De este lado del globo las declaraciones no se hicieron esperar. Alejandro Aguilera, secretario general del Movimiento Ecológico de Venezuela, enfatizó que Maduro era un descarado, que aprovechaba la oportunidad para hacerse de los fondos de ayuda a los países en vías de desarrollo que se prometieron en la Cumbre de París (2015). “Tenga el coraje, detenga la explotación del Arco Minero del Orinoco, AMO”, le solicitó.
Vilisa Morón Zambrano, presidenta de la Sociedad Venezolana de Ecología, dijo en su cuenta de twitter que la representación de Venezuela en la COP27 es una incongruencia al venir de un Estado antidemocrático, que se ha caracterizado por la destrucción ambiental del país, así como un nulo interés por la mitigación o adaptación al cambio climático.
“Estamos atrasados con los Informes técnicos que deben entregarse en cada COP y no se han cuantificado las emisiones en el país. No se han creado los mecanismos para acceder a los fondos y hacer seguimiento al Acuerdo. Los fondos a los que Maduro pretende echar mano, no son nuevos, pero para él si”, detalló ante la opinión pública.
Al mismo tiempo advirtió que no hay reconocimiento de las organizaciones que trabajan en Cambio Climático ni apoyo a la investigación académica. “Se desconoce el estado de la mayoría de estaciones meteorológicas del país y no hay acceso a datos básicos que deben ser de dominio público”, lamentó.
“El gobierno nacional debe superar las profundas contradicciones que existe entre un discurso lleno de lugares comunes, con acciones efectivas y congruentes con la búsqueda de la preservación de la vida en el planeta”, expresaron desde el Observatorio de Ecología Política de Venezuela.
Más aún, uno de los compromisos asumidos por el gobierno, luego de su participación en la COP 21 en París, en diciembre del 2015, fue emitir un Informe que refleje su Contribución Nacional Determinada a la Mitigación del Cambio Climático (INDC, por sus siglas en inglés), el cual debería reflejar, en primera instancia, el cálculo de sus emisiones (GEI) por sectores, para hacer estimados reales de reducción. Dicho Informe “oficial” resultó un documento poco valioso y con una metodología nada rigurosa.