En horas de la mañana del 7-Nov de 2019 y una joven conocida como ‘Juanita’ fue asesinada a puñaladas, presuntamente su compañero de pensión universitaria, la habría atacado con un cuchillo de 29 centímetros en nueve ocasiones, algunas tan profundas que atravesaron el cuerpo y el arma alcanzó a tocar el piso, alertando a la propietaria de la vivienda.
El hecho fue descubierto por un estudiante de noveno semestre de Medicina de la Universidad de Manizales, quien durante el ataque escuchó un grito de auxilio y al entrar a la habitación descubrió la macabra escena.
La víctima, de 17 años de edad, era la hija menor de una familia clase media de Neira, Caldas, quien había obtenido una beca del programa ‘Generación E’ para estudiar medicina en cualquier universidad, y se decidió por Manizales, debido a lo cerca que estaba de su vivienda.
Por su parte, el agresor de 19 años para ese entonces, también estaba becado en Psicología, pero por Ser Pilo Paga, por su prodigiosa mente.
Mientras que ella creció en una familia amorosa, él fue víctima de abuso sexual desde niño y de violencia intrafamiliar. Su padre fue posiblemente, según él aseguró en entrevistas forenses, su peor enemigo, así lo señalaron medios locales.
“Él era un muchacho raro, pero sano”
“Él tenía comportamientos raros pero nunca fue agresivo con ninguno de nosotros. Era muy inteligente también, pero siempre hablaba de cosas feas como muertes violentas, cosas oscuras y diabólicas. Y siempre tenía una mirada muy fea”, le narró a EL TIEMPO uno de los compañeros de Fabián, y agregó que él en clase siempre estaba aparte y no le gustaba trabajar en grupo, prefería la soledad.
“Las mujeres sienten debilidad y empatía cuando uno les muestra debilidad. Ellas tienen un sentido natural de protección y yo fingía sufrir y tener muchos problemas para conseguir lo que quisiera por parte de mujeres como ella”, dijo Fabián durante una de las entrevistas.
‘El diablo me dijo que lo hiciera’
El martes 6 de noviembre, Fabián se despertó con la idea de matar a Juanita. Y más que una idea, dice él, era una necesidad, pues en su mente la voz del demonio le decía que debía matarla, reseñaron medios colombianos, por lo que habría escrito detalladamente el crimen y como desaparecer el cadáver.
El sol salió en Manizales a las 5:56 de ese 7 de noviembre. Juanita debía ir a clases y se había despertado temprano, cómo siempre, para bañarse, desayunar y salir.
A las 6 en punto salió del baño con su toalla amarrada en el cuerpo y cuando abrió la puerta de su habitación y se dispuso a entrar alguien la tomó por la espalda y la arrojó contra el piso. Aunque alcanzó a voltearse y pedir auxilio, siendo el momento en que le propinaron la primera puñalada en el abdomen, según reseñaron medios locales.
Ese grito alertó a uno de los compañeros que llegó a mirar qué pasaba en el cuarto, luego de quedar conmocionado por unos segundos, se abalanzó contra Fabián, ahorcándolo y sometiéndolo en una esquina de la habitación.
Las heridas tan profundas alcanzaron el piso, causando hendiduras y fuertes golpes que despertaron a la dueña de la casa, quién dormía en la habitación de abajo, y decidió subir para ver que pasaba.
Al subir encontró la escena y solo tuvo energías para llamar a la Policía y a una ambulancia. Luego se desmoronó ahí mismo por la impresión.
Las autoridades fueron las primeras en llegar y se encontraron con Fabián sentado en el piso, a dos metros de Juanita, y con la espalda recostada en la pared. Lucía muy tranquilo y hasta él mismo se puso de pie y extendió sus manos para que lo esposaran.
Segundos después llegaron los paramédicos y alcanzaron a trasladar a Juanita, que todavía luchaba por su vida, hasta un centro asistencial, dónde finalmente falleció.
Un prodigio del mal
Las primeras versiones del crimen las dio el coronel Diego Oswaldo Vásquez Rivera, comandante de Seguridad Ciudadana de la Policía de Manizales, quién señalo: “Al parecer la asesinó por diferencia de religiones”.
Además, según versiones de personas que llegaron al sitio, el joven dijo que tenía todo planeado y era perfecto, pero se le dañó todo porque Juanita logró pedir auxilio. Además, señalaron que él reconoció que perteneció a una secta luciferina y que no dormía. Al parecer, esa noche tampoco lo hizo y una voz -que él decía que era el diablo- le ordenó matar a la estudiante.
A Fabián lo trasladaron a Armenia, donde se le hicieron los exámenes psiquiátricos que su defensa solicitó en una argucia para que lo declararan inimputable. Pero nada de eso resultó así y finalmente el muchacho de 19 años, fue condenado a 25 años de cárcel por feminicidio agravado sin derecho a ningún beneficio posterior.
Su psicopatía era tal que hasta el abogado de Juanita, el doctor David Becerra, quedó impresionado, y así se lo dijo a EL TIEMPO: “En mis tantos años de carrera como abogado penal yo nunca vi un caso como este, que es el que más me ha impactado porque no tuvo nunca un móvil tangible y real. Él un día solo se levantó con ganas de matarla, lo planeó por escrito y lo ejecutó”.
Fuente: La Nación