Normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudí es un elemento clave para finalizar la guerra con Hamás y cambiar la situación en todo el Oriente Medio, dijo el presidente israelí Isaac Herzog el jueves en la reunión anual del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza de Davos.
“Es delicada, es frágil y tomará mucho tiempo, pero creo que es una verdadera oportunidad para avanzar hacia un futuro mejor en el mundo y en la región”, dijo Herzog.
Días atrás, el ministro del Exterior saudí, príncipe Faisal bin Farhan, dijo en un panel en Davos que “la paz regional incluye la paz para Israel”. Dijo que su país “ciertamente” reconocería a Israel como parte de un acuerdo político más amplio.
“Pero eso solo puede suceder a través de la paz para los palestinos mediante un Estado palestino”, acotó.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también dijo en una conferencia en Davos que un camino hacia la creación del Estado palestino ayudaría a mejorar la seguridad de Israel y sus relaciones con otros países de la región.
Sin embargo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su gobierno de derecha se oponen al concepto de los dos Estados como solución al conflicto palestino-israelí.
Herzog, cuya función ceremonial es servir de unificador de la nación, dijo que los traumatizados israelíes están concentrados en su propia seguridad tras la mortífera incursión de Hamás el 7 de octubre. Mostró una foto de Kfar Bibas, el más joven de los rehenes israelíes en Gaza, quien cumplió un año el jueves.
“Cuando las naciones se presentan y dicen ‘solución de dos Estados’, deben responder a una pregunta preliminar, que es una pregunta medular para los seres humanos: ¿se nos ofrece verdadera seguridad?”, dijo Herzog. “Los israelíes perdieron la confianza en el proceso de paz porque veían cómo nuestros vecinos glorificaban el terror”.
También destacó las implicaciones globales del ataque de Hamás a Israel, que según él es apenas una de las representaciones del “imperio del mal que emana de Teherán”.
En medio del conflicto en Gaza, Irán atacó lo que llama una operación de inteligencia israelí en Irak y lanzó ataques en Pakistán y Siria. Los rebeldes hutíes en Yemen, respaldados por Irán, han atacado buques mercantes en el mar Rojo, lo que ha provocado represalias de Estados Unidos y Gran Bretaña.
“El problema hutí es prioridad número uno porque eleva el costo de la vida para cada familia en el universo, una tribu de 50.000 personas tiene las armas de un imperio”, dijo Herzog.
El miércoles en Davos, el canciller iraní Hossein Amirabdollahian insistió en que el ataque a Irak y a una supuesta base de milicianos en Pakistán corresponden al derecho de autodefensa de su país, y acusó a Israel de “genocidio” en su ataque a Hamás, que ha matado a miles de civiles en Gaza.
El primer ministro iraquí Mohammed Shia al-Sudani también condenó la guerra en Gaza el jueves, con respecto a la cual “la comunidad internacional ha fallado”.
Pero Sudani trató de buscar un equilibrio en su posición entre Estados Unidos y Teherán, señalando que Irak tiene “intereses” y “asociaciones estratégicas” con ambos. Reiteró el llamado a que las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos se retiren de Irak, señalando que su presencia no se justifica porque el grupo Estado Islámico “ha dejado de ser una amenaza para el pueblo iraquí”.
Los gobernantes de Irak e Israel fueron los oradores principales en las actividades del jueves en Davos, donde alternan jefes políticos, titanes empresarios y otros miembros de las elites.
El Foro de cuatro días —cuyos detractores consideran prolífico en grandes ideas y parco en soluciones— abarca una enorme gama de temas, tales como el cambio climático y la inteligencia artificial.
AP