El serbio Novak Djokovic irreconocible rompió la raqueta cuando enfrentaba al alemán Alexander Zverev y perdió el primer set en tiabreak 7-6 (6), aunque ganó los otros tres restantes 6-2, 6-4, 7-6 (6), para avanzar a las semifinales del Abierto de Australia.
El número 1 del mundo azotó la raqueta de una manera tan violenta que un fragmento salió volando por los aires. Un rato después se sentó al fondo de la pista azulada, afligido completamente.
Había cedido el primer set ante Zverev, uno de los chicos de 23 años de la nueva generación que quiere desalojar del trono a Djokovic y los demás integrantes de los “Tres Grandes”. Djokovic también quedó 3-0 abajo en el tercera manga y 3-0 en la cuarta, inclusive afrontando un punto de set en contra.
Pero se trata de Djokovic, un competidor aguerrido y que nunca se rinde. Y justo en el Grand Slam de Melbourne, donde nadie tiene más conquistas. Obviamente enderezó las cosas y logró una victoria que le instaló por novena vez en las semifinales en el Melbourne Park.
NO ESTOY BIEN POR HACER ESO
“Como que recuperé mi concentración al romper esa raqueta. Las cosas empezaron a cambiar un poco hacia una dirección positiva», dijo Djokovic entrevistado a pie de cancha en la arena Rod Laver y dar cuenta sobre cómo había destrozado su herramienta de trabajo, dándole tres azotes contra la superficie, luego de depositar un revés en la red con el marcador 3-1 en el tercer parcial.
“Fue un alivio para mí. No lo recomiendo como método de alivio emocional, si podemos llamarlo así», añadió entre risas. “Por supuesto que no estoy orgulloso de algo así, pero uno tiene que lidiar con distintas emociones. Es una batalla consigo mismo. Todos somos muy diferentes. Tengo mis propios demonios contra los que debo luchar para ganar”.
Djokovic toca la puerta a un noveno campeonato en Australia, con lo que ampliaría su récord histórico de los hombres. También sería el 18vo cetro de Grand Slam de su carrera, dos menos que sus rivales Roger Federer y Rafael Nadal, quien fue eliminado por Stefanos Tsitsipas el miércoles.
Zverev, el subcampeón del pasado US Open y semifinalista en Melbourne hace un año, volvió a quedarse corto frente a la élite en las citas de mayor envergadura. Quedó con marca de 0-8 contra rivales del Top 10 en los Grand Slam. Su registro es de 25-29 antes esa clase de oponentes en los otros torneos de la gira.
“De repente he cometido muchos más errores de lo que debería y eso ante alguien como Djokovic es muy malo”, dijo el germano.
Tanto Djokovic como Zverev jugaron con vendajes en la zona abdominal el martes. Djokovic arrastra molestias desde que derrotó a Taylor Fritz en la tercera ronda y no se ha entrenado como se debe en sus días libre.
Otras figuras del circuito masculino han sufrido lesiones en Australia, y Djokovic sospecha que ello obedece a que los jugadores debieron cumplir una cuarentena de dos semanas al llegar al país, debido a las estrictas restricciones por la pandemia de Covid-19.
“Lo que estamos pasando no es normal. No estamos acostumbrado a esto», dijo Djokovic, luego de un partido en el que acumuló 23 aces ante el sexto preclasificado del torneo. “Los mejores del tenis suelen estar en perfectas condiciones físicas”.
NUNCA HA VISTO A KARATSEV
En las semifinales, Djokovic se las verá con la revelación del Open australiano, Aslan Karatsev, un ruso de 27 años que actualmente es el número 114 del ranking, y que debió sortear una fase previa para entrar a su primer cuadro principal de un grande por primera vez en su carrera.
“Les seré franco. Nunca lo había visto jugar antes del Abierto de Australia», afirmó Djokovic.
Nadie había alcanzado las semifinales en su bautizo en un Slam hasta que Karatsev certificó un triunfo 2-6, 6-4, 6-1, 6-2 ante el búlgaro Grigor Dimitrov. El 18vo cabeza se vio mermado por espasmos en la espalda, tan agudos que sufrió para atarse los cordones de las zapatillas.
AJS vía Associated Press
Foto: Novak Djokovic furioso porque perdió primer set ante Alexander Zverev