Kylian Mbappé demostró sobre el césped que no antepondrá la definición de su futuro a los intereses del Paris Saint-Germain, aunque ahora quedan poco más de tres meses para que llegue al final de su contrato con el club, pero, según el diario francés L’Equipe, los parisinos aún intentarán una nueva ficha para intentar renovar con el delantero y parecen dispuestos a hacer muchas concesiones.
Según el diario, PSG considera ofrecer a Mbappé el puesto de ‘estrella número 1’ dentro de la plantilla. Esto significa, en la práctica, que el equipo empezaría a jugar en torno al atacante, algo que hoy en día no ocurre. Prueba de ello fue el cambio de posición del jugador poco después de que Neymar entrara al campo contra el Real Madrid.
Cuando el entrenador Maurício Pochettino envió al brasileño al campo, Neymar se apoderó de inmediato del lado izquierdo del ataque y Mbappé se desplazó a la derecha. Precisamente en una jugada del francés en su antiguo rol, al recibir un pase de Neymar, el 7 parisino marcó el gol de la victoria.
También, según la publicación, no se descarta que se le ofrezca al jugador el puesto de lanzador oficial de penaltis. Incluso si esto no es un requisito del atleta, tomar el puesto no sería algo que molestaría. Actualmente, el rol pertenece a Lionel Messi.
Otro punto que ha disgustado al delantero son los retrasos de algunos jugadores sudamericanos en su llegada a los entrenamientos. El diario señaló que, entre bastidores, Mbappé cuestionó la capacidad del club para gestionar a sus estrellas e «imponer exigencias de muy alto nivel».
El rotativo también señaló que el fichaje de Sergio Ramos también molestó al delantero, no por el propio defensa, sino por la señal que envió el club al contratar a un deportista de 35 años cuando intentaba transmitir al francés una idea de proyecto a largo plazo en el fútbol.
El informe también indica que el PSG está dispuesto a ofrecerle a Mbappé un nuevo contrato de dos años, pero con la promesa de que el francés será traspasado durante la ventana principal de 2023.
Para ello, los directores estarían abiertos a aceptar una ‘cláusula de rescisión asequible’, además de un bono de 25 millones de euros para la firma del nuevo bono.
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