¿Y Entonces ?
¡Amor, mucho amor a Venezuela!
Nunca antes el descrédito de los partidos había estado tan alto. La gente está decepcionada de lo que pasa en el país. Y con razón echa la culpa a algunos actores políticos, debo aclarar que no están todos los que son ni son todos los que están, es decir, hay quien carga con la culpa de los corruptos, incapaces y/o inconscientes, que en gran parte, por apetencias personales y ansias de lucro avaro han desbastado las finanzas publicas de manera incontrolada y en proporciones pocas vistas en país alguno. La mayoría piensa que la situación económica es producto de las malas medidas tomadas por el gobierno. Estudios de encuestadoras cercanas al gobierno así lo indican. Pocas personas creen en la fulana guerra económica. Y sostienen incluso que ella es producto de las erradas estrategias política-económicas. Para la gente de a pie es difícil entender que haya una orquestada manipulación del sector empresarial para mantener una hiperestaflación continúa y brutal, que afecta a todos los ciudadanos incluyendo a los mismos dueños de los negocios. Los controles de precios y los precios acordados no se cumplen, ni siquiera por los empresarios allegados al gobierno.
En cuanto a la oposición, dividida por intereses y ambiciones personales, el descrédito es mayor. Y la carencia de objetivos, programas y proyectos económicos sociales le proporciona una debilidad superior al de las fortalezas de su sumiso antichavismo. No logran capitalizar el descontento de la nación porque en lugar de dedicarse a luchar por el bienestar de los ciudadanos, gastan su tiempo compitiendo y adversándose entre ellos mismos.
Hasta los denominados alacranes se dan el lujo de criticar a la oposición. Fractura que abona al aumento de la abstención e indiferencia política en amplias y extensas masas de ciudadanos de la clase media y de la C, quienes desilusionados van a amplificar el segmento de los independientes indiferentes, y toman una actitud de incredulidad y de sálvese quien pueda. Muchos de ellos con opiniones fundamentadas en la experiencia de vida y en el conocimiento de las realidades de la nación. Fracción cada vez más numerosa y consciente. Siguen siendo antichavistas pero sin activismo político.
La mayoría de los venezolanos no creen en las soluciones electorales, no están de acuerdo con una intervención extranjera, ni respaldan una negociación gobierno-oposición en asuntos solo de naturaleza política.
Los problemas que hoy sufre la población son de solución inmediata, porque son de subsistencia: alimentos y medicinas, combustibles y electricidad. Se requieren soluciones para lo económico, la inflación y la escasez. Ven la negociación como una oportunidad para mejorar la situación económica. De lado de la dirigencia la negociación se centrará en asuntos de interés político de uno y otro bando. Tales como, frenar la campaña internacional contra Venezuela, las sanciones y el bloqueo financiero. Por la oposición tratarán de imponer la libertad de los presos políticos, mejorar las condiciones electorales.
Contrapuestos los objetivos, será difícil un acuerdo en las primeras de cambio. Compleja la coyuntura para arribar a cualquier conciliación. Nadie esperará que se llegue a una negociación positiva en las primeras reuniones. Como es conocido estos son procesos que duran hasta décadas. Además el país está en metido en una etapa electoral de gigantesca significación. Lo cual exige dedicación exclusiva, trabajo y estrategia electoral. No obstante la oposición pone todos los huevos en las elecciones presidenciales.
La corrupción, la desidia, la falta de conocimientos, la improvisación y pare usted de contar atrocidades, nos ha llevado a ser un país donde sus ciudadanos sobrevivimos a un desastre eléctrico, después de suministrar electricidad a nuestros vecinos. La destrucción de los artefactos eléctricos, equipos de oficina y otros tantos necesarios e imprescindibles para el trabajo y la producción, es incuantificable.
Estando consientes que existe un circulo vicioso macabro entre la hiperestaflación y la producción con productividad, para la recuperación económica del país es imprescindible la recuperación del sistema eléctrico y la industria petrolera nacional, la aplicación de sistemas, métodos y procedimientos que conlleven a una administración honesta, supervisada dando cumplimiento al Estamento Legal vigente, sin trampas ni manipulaciones jurídicas, “ENTONCES”, comenzaríamos a disfrutar el bienestar social que añoramos de la cuarta República, no será fácil ni inmediato, pero…