«Hemos dado a entender de una forma muy clara que todos los cargamentos que llegan a Ucrania, y que, en nuestra opinión, transportan armamento, serán objetivos legítimos (de ataque)», dijo este viernes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
De acuerdo con el diplomático, la «operación militar especial» rusa en Ucrania busca precisamente «eliminar cualquier amenaza» que pueda partir de ese país para Rusia. Además de «proteger a la población civil» del Donbás, que «ha sufrido ataques durante ocho años», según reseñan medios rusos.
Lavrov dijo que tarde o temprano la actual situación «anómala» entre los dos países llegará a su fin, pero opinó que Occidente impedirá una pronta normalización de los lazos entre ambos países.
«Han intentado convertir Ucrania en una anti-Rusia, usando varios instrumentos», agregó.
Asimismo, comentó la oleada de sanciones contra el país y opinó que éstas pueden aún ir a más.