Considerado como uno de los mejores bateadores de la generación del nuevo milenio en las Grande Ligas y el más prolífico entre casi medio millar de criollos que han desfilado por el mejor béisbol del mundo desde la temporada de 1939, cuando se dio el debut de Alejandro «El Patón» Carrasquel, quien abrió la brecha para otros venezolanos, siendo uno de ellos, el maracayero Miguel Cabrera, hoy una de las más grandes figuras de los Tigres de Detroit.
Desde pequeño Cabrera siempre estuvo rodeado rodeado de guantes, bates y pelotas, por influencias familiares. Animado por sus padres, Miguel y Gregoria, y otros familiares, el pequeño «Miguelito» se identificó desde muy temprano con la pelota. El papá sobresalió en ligas amateur aragüeñas como lanzador, mientras que la madre era antesalista de la selección nacional de softbol a finales de los años setenta. Además tres tíos probaron suerte en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con los Tigres de Aragua y en ligas menores de Estados Unidos: David, José y Pedro Torres.
Tras sobresalir en la pelota menor maracayera del municipio Mario Briceño Iragorry y representar al estado Aragua en campeonatos nacionales de la categoría infantil (1992) y prejunior (1996), mostró por primera vez su talento a nivel internacional con la selección de Venezuela que asistió en 1997 al Campeonato Panamericano disputado en Fairview Heights, Illinois, Estados Unidos.
En julio de 1999, a la edad de 16 años, por recomendación del scout Miguel Ángel García, Cabrera acepta oferta de la organización de Florida con bonificación de $1.8 millones, al tiempo que los Tigres de Aragua lo reclutan para la LVBP
Cuatro años después hizo el grado como bigleaguer, el 20 de junio de 2003, para iniciar así una exitosa carrera en la que ha cosechado más de 3.000 imparables y más de 500 cuadrangulares, además de un anillo de campeón de Serie Mundial, la Triple Corona de bateo de la Liga Americana 2012, los trofeos de Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2012 y 2013, los cetros de campeón bate del joven circuito 2011 ( .344), 2012 (.330), 2013 (.348) y 2015 (.338), siete Bates de Plata y doce escogencias al Juego de Estrellas.
En la LVBP formó parte de la dinastía de los Tigres encabezada por el mánager estadounidense Buddy Bailey que ganó media docena de títulos en la primera década de este siglo. Formó parte de la nómina aragüeña que se coronó en los certámenes 2003-04, 2004-05, 2006-07 y 2007-08.
El 1 de octubre Detroit jugará su último choque de 2023 y Cabrera dirá adiós. Cinco años después, en 2029, deberían abrirle las puertas de Cooperstown.
Vicente Díaz Peluso / Con información Líder
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