“El mayor día de tu vida y la mía es cuando tomamos responsabilidad total de nuestras actitudes. Ese es el día en que realmente crecemos”.
John Calvin Maxwell (20-02-1.9479.
John Calvin Maxwell es un escritor, entrenador y conferencista estadounidense que ha escrito más de 80 libros, que se centran principalmente en el liderazgo. Los títulos incluyen “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo y Las 21 cualidades indispensables de un líder: conviértase en la persona que otros querrán seguir”. Sus libros han vendido millones de copias, con algunos en la lista de bestsellers del New York Times.
Estamos en la obligación de rescatar, tomando la audacia como instrumento para lograr reconquistar los derechos otorgados en la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos de la República; los principios y valores más caros de nuestra especie, los ancestrales, tradicionales, e internacionalmente aceptados, heredados de nuestros padres libertadores.
La realidad que nos explota en la cara debe hacer caer las mascaras, las vendas y las mordazas. Tenemos la obligación de actuar con coraje e hidalguía, con la lógica y la razón, aplicando la sensatezuna y otra vez para hacernos entender.
Tener la valentía de abrir los caminos del porvenir deben ser tarea y metas cotidianas del talento probo, del cual disponemos en cantidades suficientes. Así lo han demostrado miles y miles de profesionales egresados de nuestras magnas casas de estudio, las universidades; técnicos egresados de institutos y universidades politécnicas y la excelente mano de obra bien calificada, egresada de nuestras Escuelas Técnicas Industriales. Donde otrora fueron educados y capacitados en el crisol del conocimiento, forjados sin politiquerías, dogmatización o adoctrinamiento planificadamente manipulador de voluntades.
El objetivo debe centrarse en la execración de los odios creados en el sentimiento más ruin de la raza humana: “La envidia.”
La miseria de las personas no está en tener que robarse un pan para tener que comer. La miseria está, en robarse el pan para comer teniendo capacidad y oportunidad de trabajar honradamente sin tener que ser un mendigo, ladrón o un vulgar corrupto.
Tenemos la obligación de volver a la normalidad de accesar y disponer de los ingresos monetariosprovenientes del trabajo honrado, generador de la riqueza necesaria para cubrir nuestras necesidades y las necesidades de nuestras familias. He allí donde está gran parte de la felicidad que merecemos los seres humanos, poder comer lo que queremos, vestirnos como queremos, tener la vivienda y el auto que deseamos, disfrutar del esparcimiento que añoramos, que nuestros hijos estudien lo que quieran y donde quieran, que tengamos seguridad personal y jurídica con garantía de la preservación de nuestras vidas y de nuestros bienes. Disponer de la infraestructura necesaria y suficiente para el desarrollo profesional, artesanal, industrial y/o comercial.
Tener la posibilidad de disfrutar de vacaciones y de sano esparcimiento, de los sistemas idóneos para la preservación de la salud. Tener la garantía de la seguridad social necesaria para transitar, con dignidad, por los días de la juventud acumulada. Disfrutar la satisfacción del deber cumplido sin más limitaciones que las expresas en el “Estamento Legal y en nuestra conciencia”…
Sin imposiciones oprobiosas o amenazas, con la adecuada disposición de alimentos y medicinas, servicios públicos, agua potable, electricidad, gas, combustibles, transporte, comunicación e Interneteficientes. ¡Adelante!…“Unidos lo lograremos.”
Foto: Cortesía